Terminator 2 El juicio final
Hace un tiempo os hablé de Terminator y lo que supone esa saga para mí. No en vano supuso mi entrada en el género de la ciencia ficción. Pero no fue la primera entrega la que me inició en ello, ya que por alguna extraña razón (que sospecho que sería porque su salida en formato doméstico ya me pilló vivo) vi Terminator 2 El juicio final antes que la anterior. Y esta es de la que os voy a hablar en esta ocasión, después de un breve resumen de la trama.
Han pasado 11 años desde que Sarah Connor (interpretada por Linda Hamilton) fuera puesta en antecedentes del desolador futuro que nos espera en una guerra de humanos contra máquinas. La promulgación de ello le valió su ingreso en una institución mental, dejando prácticamente a su suerte a un joven, aunque algo instruido por su madre, John Connor (Edward Furlong). Todo ello se complica con la vuelta del T-800 (Arnold Schwarzenegger) y para postre también llega desde el futuro el T-1000 (Robert Patrick), un nuevo modelo de Terminator compuesto de metal líquido adaptable. Pero al parecer el primero ha sido reprogramado y enviado por el futuro líder de la resistencia, John Connor, para proteger a su yo del pasado de la inminente amenaza y el posible fin de la humanidad.
Su parte visual ha envejecido sorprendentemente bien aun siendo una película de al principios de los 90. Esto es algo que se nota en su gran mayoría en las escenas del T-1000. La banda sonora por su parte es más que notable. Es verdad que en algunas escenas de acción en las que quizás está demasiado forzadas algunas notas, pero el tema principal sigue teniendo un empaque soberbio.
Las actuaciones del cuarteto protagonista están verdaderamente esmeradas. Su química, y sobre todo la de John y el T-800, es la clave esta película. El director de la cinta es James Cameron, quien filma una de sus mejores películas sin lugar a dudas. Soy totalmente consciente de que también es el responsable de Titanic y Avatar (entre muchas otras), pero en mi opinión no son tan redondas y originales como esta.
La trama es estupenda. Aborda conceptos espacio-temporales (algo que no siempre suele salir bien en todas las producciones que se atreven a adentrarse ahí), distópicos, todo apoyándose en una fuerte base de ciencia ficción. Pero más allá de todo eso la película tiene un melancólico mensaje. Y es que en toda esa vorágine de balas, persecuciones, y explosiones, se forja una preciosa amistad la de John Connor y el T-800. John encuentra en el ciborg, que tiene el mismo semblante del que años atrás intentó matar a su madre, un amigo como nunca ha tenido. Culpa de la estricta y distante educación de supervivencia que le brindó su madre.
Esto es algo que también la hace sumar enteros respecto a su antecesora. Y es que la evolución de los personajes es bastante notable a la par que creíble. Parece un paso totalmente lógico que Sarah Connor se obsesione de esa manera con versarse en el arte de la guerra, y por extensión a su hijo y futuro líder de la resistencia humana, después de los acontecimientos de la primera cinta. Por poner el ejemplo más notable en la trama. También funciona especialmente bien ese T-800 como fiel y poderoso aliado, sin dejar de chocar viniendo de lo mostrado anteriormente. Pero bueno, esta es una de sus muchas virtudes.
Resumiendo, Terminator 2 El juicio final es una genial mezcla de ciencia ficción, con acción, así como también conceptos distópicos y de viajes temporales y con cierto tono desenfadado, que da como resultado una película para el recuerdo. Puede ser que mi opinión haya sido algo condicionada por tratarse de una de mis películas favoritas, pero creo que ella se sustenta por sí misma.
No hay destino, solo existe el que nosotros hacemos.
