The Night House es un Thriller psicológico que coquetea con el terror pero que se enreda en su propia trama y lo que más miedo da es que dura demasiado. Pero, vamos por partes y les voy platicando por qué.
Beth (Rebeca Hall) es una profesora que queda viuda tras el suicidio de Owen (Evan Jonigkeit), su esposo. Lo que vemos es su difícil proceso de duelo y su intento de comprender lo sucedido. En el transcurso de irse desprendiendo de sus recuerdos, se encuentra en su casa con planos desconocidos, libros extraños y un oscuro misterio sobre su marido.
Obviamente, la curiosidad de Beth es lo suficientemente grande para sumergirnos en su investigación y su búsqueda de respuestas y todo va bien, hay intriga, sospechas y fantasmas y un retrato muy crudo y realista de la depresión; eso sí, sin sustos de por medio porque llega a un punto en que hasta se contagia la esperanza de que Owen esté vivo o, como mínimo, se pueda comunicar y nos pueda decir qué se siente estar muerto, porque sí, tal pareciera que ese es el misterio.
La cosa se va poniendo rara cuando nuestra protagonista descubre en el movil de Owen, fotografías de mujeres muy parecidas a ella y la investigación de una probable infidelidad intensifica todo. Incluso hasta este punto la película se vuelve muy interesante, hay algunas escenas geniales con un tono escalofriante y que parecen tener un significado profundo, aunque no se sabe cuál. Lo que sostiene a la película es justamente la duda de qué fue lo que en realidad pasó con Owen.
El problema es que en The Night House todo llega a un punto en el que el misterio deja de serlo y se vuelve algo evidente, las explicaciones se dan de manera apresurada y sin destacar. Aunque aún queda la buena actuación de Rebeca Hall y un vecino extraño (Vondie Curtis-Hall) que podría darnos mucha tela para cortar, pero que al final no es más que un vecino y resulta que la respuesta es la más insípida.
Lo que no termina de gustar y la hace sentirse demasiado larga es que por más que se espere, no se explica nada y entiendo que hay cosas que no necesitan tener un significado o una razón, pero The Nigh House promete profundidad y la queda a deber. Para el desenlace nos llevan a una especie de limbo entre la vida y la muerte, con unos efectillos muy simples que no ayudan en nada a lo que ya está saliendo mal y, sin un elemento clave o una motivación, se resuelve en menos de un minuto y como cuento de hadas, todos viven felices para siempre.