The Punisher (serie)
Sus películas no le habían hecho toda la justicia que se merecía un personaje tan justiciero como él. Vale, me he pasado con este chiste para empezar, pero es totalmente cierto. De esta manera, aunque haya mucho fan de la primera cinta de este siglo (que por cierto su logo de la calavera es el más comercializado del personaje), y alguno de la segunda, que pasó sin pena ni gloria pero mejoró algo la formula, no fue hasta la segunda temporada de Daredevil en Netflix donde pudimos ver un Castigador realmente a la altura. Y cuando le concedieron una serie entera para él solo a algunos, en los que me incluyo, nos dio un pequeño infarto de la emoción. Así pues, el día del estreno de esta ha llegado y he sobrevivido a ella para contaros mi parecer.
Pese a que todo el mundo lo daba por muerto Frank Castle (interpretado por Jon Bernthal) está más vivo que nunca y cobrándose las vidas de asesinos, traficantes, y demás criminales que atentan contra la integridad de los civiles. Pero pronto acaba viéndole poco sentido a lo que hace y volviéndose hacia lo que era su cometido primigenio en su particular cruzada: encontrar a los asesinos de su mujer e hijos. Todo se vuelve un poco más complejo de lo que parece a simple vista cuando detrás de este asesinato aparentemente aleatorio hay una enrevesada trama política y militar. De esta manera Punisher deberá aliarse con el experto analista de sistemas David Lieberman/Micro (Ebon Moss-Bachrach), que tuvo que pasarse a la clandestinidad, pero iniciar una investigación para llegar al fondo de todo ello, y nadie asegura que vaya a sobrevivir alguien.
Visualmente estamos ante una serie bastante oscura y urbana (por decirlo de alguna manera) y esto estaría más acercado a lo que vimos en la segunda temporada de Daredevil que al resto de series de Marvel-Netflix. A esto habría que añadir que es tan cruda y explicita como cabria esperar para el personaje, y eso ayuda mucho a la imagen final. La banda sonora está compuesta con momentos de rock duro y alguno de country, claros ejemplos de ello son el opening y el ending. Todos ellos no desentonan para nada con la tonalidad de la serie.
El elenco es bastante más extenso de lo que podría parecer en un principio y todos tienen su cometido en esta trama noir que nos plantean. Por encima de todos queda la actuación de Jon Bernthal, quien a vuelto a confirmar que es totalmente merecedor de portar la calavera en el pecho. Y a su alrededor me gustaría destacar las interpretaciones de Ebon Moss-Bachrach como un Micro delgado pero muy bien actualizado a nuestros tiempos; y Ben Barnes como un Billy Russo que, aunque podría chirriar que fuera amigo del Castigador, consiguen encararlo (nunca mejor dicho) al final en el camino adecuado. En la dirección se encuentra Steve Lightfoot que ha conseguido entremezclar ideas de los comics con tramas originales (más abundantes estas ultimas, eso si) con un gran acierto.
La presente serie, a mi parecer, ha devuelto en el mundo audiovisual la gloria que se merece el personaje. Si que es verdad que tiene sus pequeños baches, pero pienso que todos ellos tienen una explicación por otra parte. Con esto me referiría concretamente a que a algunos igual les resulte lenta (y eso que cuando tiene acción es la más brutal de todas las de Marvel-Netflix), pero hay que recordar que se trata de una serie, y hay que mantener la trama a lo largo de una temporada y no en una hora o dos de duración. También puede parecer que esté dando un mensaje quizá demasiado a favor de las armas o de tomarse la justicia por su propia mano (algo que nos da la pista de porqué quisieron retrasar su emisión en EEUU tras lo acontecido en Las Vegas), pero es algo a lo que toda la vida ha estado unido el personaje. También está muy presente el síndrome de estrés postraumático por parte de los excombatientes que se muestran en el serial, pero creo que le aporta dimensión y verosimilitud al protagonista y sus actos.
Si que es verdad que hay cierto resquicio de la trama que podría haberse suprimido acortando así la serie. Aun así la visión general es muy buena y a esto ayuda esas similitudes con el cómic: ese Castle sádico de la etapa de Garth Ennis a los guiones, la forma en la que siempre va de incógnito, la mítica furgoneta… Y si a esto le añadimos que la composición del décimo capitulo es una maravilla, nos da como resultado una serie que personalmente estaba esperando desde antes incluso que el proyecto se confirmara. Disfrutadla, pues los fans de El Castigador estamos de enhorabuena.
Un fardo, dos fardos, centavo y de a diez.
