Se habla mucho del principio del amor, las mariposas y lo perfecta que te parece esa persona, lo mucho que te divierten sus manías. El cine se ha encargado de inmortalizar esos destellos de luz y esperanza que surgen del enamoramiento pero, ¿qué pasa cuando esas luces empiezan a apagarse, las mariposas dejan de aletear y ya no llenan de colores la vida?
El amor se acaba. Siempre me ha parecido una auténtica tragedia que eso ocurra.
El It Will pass de Fleabag condensa miles de historias que no llegaron donde imaginamos que lo harían. Pero también ofrece un respiro, una esperanza, ese dolor terminará pasando. Volverás a enamorarte, volverás a confiar y sentirás revivir esas mariposas o unas nuevas.
Volveréis…eso es seguro. Cuando una relación se acaba el entorno siempre quiere opinar. Unos dirán que es una buena decisión, que se veía venir, que será para mejor…Otros, aquellos que depositaron su fe en ese amor, querrán aferrarse a una última esperanza y repetir que volveréis, es lo único seguro.
Así pasan el verano Ale y Alex (Itsaso Arana y Vito Sanz), desmontando todo lo que han construido alrededor de un amor que parecía eterno. Tanto que sus amigos y familias se resisten a creerles. Ellos lo tienen clarísimo y han decidido que no hay que llorar, a veces algo no funciona y no pasa nada. Por eso van a preparar una fiesta para celebrar el amor que los unió con las personas importantes de su vida.
«Se llora y se sigue», como me repetía Chema cuando me rompieron el corazón y creí que nunca más volvería a creer.
Y es que aunque sepamos que el amor se acaba, nos enamoramos como si no lo creyéramos y aunque sabemos que It Will pass, es imposible hacer que no duela. Tiene que doler. Tienes que repasar todos aquellos momentos que fueron vuestros, aquellas bromas que solo vosotros conocíais, tienes que asumir que esa ciudad no volverá a ser lo mismo.
Que algo dentro de ti tampoco lo será.
Fui al cine a ver Volveréis y me encontré con un crush del pasado y su nuevo amor…cruel destino. En la proyección estaba el propio Jonás Trueba y pensé que siempre me pasa lo mismo, digo que es un intenso, que sus películas son aburridas y eternas pero siempre, siempre, vuelvo a él y me doy cuenta que la intensa soy yo.
Y que qué más da…de todos modos uno siempre terminando regresando a aquellos lugares que le hicieron feliz.
Volveréis…tal vez no juntos, pero volveréis a creer que merece la pena saltar el abismo.
“Lo sé. Sé que nunca más encontraré nada ni nadie que me inspire pasión. Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera… Hasta hay un momento, al principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.”
― La náusea
