El Rascacielos

William Swayer (Dwayne Johnson), es un veterano de guerra, que trabajó para el FBI como líder del Equipo de Rescate de Rehenes, donde sufrió traumas físicos y psicológicos que lo llevaron a retirarse y comenzar a dedicarse a evaluar la seguridad de los rascacielos. Es contratado por importantes empresarios chinos para evaluar a “La Perla” un rascacielos imponente y novedoso, de gran tamaño, equipado con tecnología de punta y que presume de ser un edificio muy seguro.

“La perla” ve comprometida su supuestamente inquebrantable seguridad cuando comienza a incendiarse uno de los pisos más altos, sólo uno por debajo de donde se encuentra alojada la esposa de Sawyer, Sarah (Neve Campbell), junto a sus dos hijos. El protagonista, además de salvar a su muy amada familia tendrá que demostrar su inocencia cuando todo lo culpa de haber sido él quien provocó el incendio.

Una película totalmente cliché y predecible. Una receta de éxito bien preparada, cargada de referencias a cintas clásicas del triller de acción, como el evidente caso de Jungla de Cristal, emulando hasta cierto punto al inolvidable John McClane (Bruce Willis). Además, continente como ingrediente secreto casi a prueba de fallos, al popular Dwayne Johnson “La Roca”.

Nada puede fallar ante tales combinaciones, pues como ya lo dije, es una receta infalible de éxito, que ha dado como resultado una buena película de acción veraniega, con un casi innecesario pero efectivo sentido del humor, dejando que todo el peso de la historia caiga sobre los hombros de “La Roca”. Con la clara intención de que, si el guion falla, si los efectos especiales fallan; si la música, la fotografía o la producción en general falla, estará él, no sólo para ser el héroe en la ficción, sino también para salvar al filme en cualquier emergencia.

O al menos eso es lo que al parecer pensaron los productores, porque, aunque en realidad los fallos no son muchos, se olvidaron de hacer una historia redonda bien contada. El tener tantas referencias a los clásicos de acción la vuelve predecible. Además de que el cuento del padre amoroso y marido ejemplar, trabajador, responsable, fuerte y con tantas habilidades para brincar entre las llamas, es tan exagerado que resulta poco (por no decir que nada) creíble.

Al final, no importa lo mucho que nos acordemos de McClane, ni que imaginemos desde el inicio de la historia cuál será el final, ni que nos resulte difícil creer que los saltos, las trepadas por el enorme edificio o el atravesar las llamas, sea posible en la vida real. Tenemos a Dwayne Johnson en la pantalla.

Lo curioso de este caso particular es que se logra el cometido y la historia dirigida por Rawson Marshall Thurber resulta entretenida, no a la altura de las clásicas y quizá tampoco consiga competir con las películas de acción que están en cartelera, pero vale la pena para quien gusta del género.