A Different Man
Aaron Schimberg dirigió en el 2018 “Chained for Life” una película que hablaba del cine y de la identidad. Siguiendo esa misma tesis ahora estrena “A Different Man”.
El ambicioso actor neoyorquino Edward se somete a una intervención quirúrgica radical para transformar drásticamente su aspecto. Como resultado, muchas cosas cambian en su vida y, sin embargo, todo sigue perturbadoramente igual. Aunque haya cambiado exteriormente y pueda empezar una nueva vida, sigue siendo quien es y no quien quiere ser. Entonces se pierde el papel de su vida y su nuevo rostro de ensueño se convierte en una pesadilla.
Con el beneplácito de A24 y nominaciones en Sitges y Gotham, esta historia es de lo más curioso que se puede ver este año. El humor negro y la sátira están presentes a lo largo de toda la obra, bastante teatral, con elementos de meta ficción. Los movimientos de cámara, la bso de Umberto Smerilli y el giro de guión inesperado hacen de “A Different Man” una fábula que invita a pensar sobre cada uno de nosotros, sobre lo que somos para nosotros mismos y para los demás.
Me recuerda a El Hombre elefante, tiene elementos de ciencia ficción, de terror y esa mezcla Schimberg la maneja muy bien, sabe cómo equilibrar el drama. Este 2024 que ha sido eclipsado negativamente por la sobrevalorada “La sustancia”, encontrar una cinta como “A Different Man” me parece que debería ser motivo de más debate.
Sebastian Stan el hombre del momento se embarca en un viaje psicológico y físico igual de interesante y complejo que en “The Apprentice”, en un futuro quizás sea un actor sólido. Adam Pearson repite con el realizador y es de esos actores que da visibilidad a una enfermedad que el mismo padece, esto no es usual en Hollywood.
Hay que ver “A Different Man” pocos filmes te dejan la sensación de haber asistido a algo insólito y bello.