Las bicicletas son para el verano
Esta es otra de las innumerables películas que tocan ese tema tan recurrente en el cine español: La guerra civil. Y ojo que no soy el típico que piensa que hay demasiadas películas sobre el tema, ya que fue una de las épocas más transcendentales, negras y desagradables de la historia española, algo que hay que recordar para no volver a cometer esos actos tan atroces y sobre todo, que sucedieron tantas y tantas cosas que siempre hay una forma diferente de enfocarlo, como sucede en Las bicicletas son para el verano.
En esta película se narra la vida de unas familias residentes en Madrid y que comparten la cotidianidad de la guerra. Luisito uno de los hijos (interpretado por Gabino Diego) quiere que su padre le compre una bicicleta, pero este le pone, entre otras excusas, la guerra para no hacerlo… el problema es que se alarga tanto la situación que el retraso de la compra se hace eterno.
Quieren darnos una visión dura (aunque no creo que lo consigan del todo) sobre unas familias que aunque ajenas a la guerra y a pertenecer a un bando u otro, se ven metidas en medio de todo. Y como, a pesar de los bombardeos o lo que fuera, las historias cotidianas seguían ocurriendo. Este tipo de películas me suelen gustar, porque a diferencia de las americanadas, aquí la guerra es algo de fondo, no se introducen en ella, si no que se cuenta las historias de personas normales y las consecuencias que sufren por vivir inmersos en una guerra que ni querían, ni buscaban, ni aceptaban. Aunque como siempre no dejan de ser situaciones que me repugnan.
Dos detalles para terminar, el primero: Gabino Diego hace un gran papel, además no estoy acostumbrado a verlo en papeles serios, por lo que aún me chocaba más. El segundo, como el padre y la hermana de Luisito, sobre todo ellos, se esfuerzan por intentar tomarse esa horrorosa situación, con buen humor, sonrisas y simpatía, haciendo chistes o chascarrillos frente a todas las adversidades… es una actitud que me parece interesante y con la que a mí también me gusta afrontar la vida, aunque espero no verme nunca involucrado en una situación tan desagradable como es vivir una guerra.