Chip y Chop: Los Guardianes Rescatadores
Debo empezar reconociendo que soy un fanático de las películas que combinan animación con realidad. Desde títulos conocidos como ¿Quién engañó a Roger Rabbit? hasta cintas de culto como Cool World: Una rubia entre dos mundos, siempre me ha parecido fascinante como ambos mundos pueden convivir en la gran pantalla. Mi interés por ver Chip y Chop: Los Guardianes Rescatadores (2022) nació por el entusiasmo de algunos críticos estadounidenses, de lo contrario, probablemente jamás me hubiera molestado en verla y la hubiera ignorado como a los muchos títulos del catálogo Disney que pasan desapercibidos o tienen como público objetivo a niños pequeños.
Grande ha sido mi sorpresa al ver, desde la primera escena, que Chip y Chop: Los Guardianes Rescatadores es una película que se parece a los títulos antes mencionados y que podría pasar como cualquier comedia en esta temporada de verano. De hecho, después de mirarla me sorprende que Disney no haya apostado por presentarla en las salas de cine y la haya distribuido directamente desde su plataforma online.
En la cinta, Chip y Chop, las conocidas ardillas del mundo Disney se interpretan a sí mismas o mejor dicho son presentadas como dos actores que tuvieron un periodo de fama, su propia serie televisiva y que ahora, tras la separación del dúo, luchan contra el olvido y llevan vidas “ordinarias” de ex celebridades. Chip, el inteligente del par, se ha convertido en un vendedor de seguros y Chop, el tontín de la pareja, luego de haber pasado por el tratamiento del 3D, trata de ser un influencer y se ha convertido en una figura de cera en una de las tantas ferias de comics que hay en Los Ángeles.
La facilidad de la cinta para relatar los hechos de la separación de las ardillas y su caída en desgracia después de haber perdido fama es notable. El guion esta sólidamente construido y por momentos, nos olvidamos que los personajes son efectivamente dos seres animados. Su historia podría ser la de cualquier actor juvenil de los años 90. La trama adquiere forma cuando un compañero de la serie en la que fueron protagonistas desaparece y las ardillas deciden reconciliarse para encontrarlo. En ese momento, la película se convierte en una aventura ácida donde los dibujos animados que nos fascinaron hace décadas empiezan a enfrentarse a la inevitable indiferencia de una industria que los ha olvidado. A lo largo de la cinta, aparecerán una serie de personajes conocidos y algunos que efectivamente estaban en el baúl de los recuerdos hace mucho tiempo.
El guiño de esta cinta a la de Roger Rabbit es obvio y ambas películas tienen como objetivo mostrar lo banal de la fama y que detrás del polvo de estrella hay seres con vidas comunes y corrientes. La camaradería y el sentido de amistad son los verdaderos personajes en esta película que, incluso con algunos desaciertos, presenta un multiverso de Disney cargado de inteligencia y madurez.
Chip y Chop: Los Guardianes Rescatadores es un golpe a la nostalgia para todo aquel que tenga mas de 30 años y que, detrás de un título engañoso, esconde una gran comedia para estos tiempos. Desde ya, es mi cinta animada favorita del año.
