CONCLAVE – Entrevista a Mike Jackman
CONCLAVE es la nueva película de Edward Berger y tanto su trama como sus actores no nos dejan indiferentes, sobre todo en España y Latinoamérica, donde la religión católica es también una cuestión política.
Tuve el honor de hablar con su productor, Mike Jackman (Arrival, The Good Nurse) acerca de tan interesante obra con motivo a su premiere británica en el Festival de cine de Londres, donde tuve la oportunidad de ver a Ralph Fiennes, Stanley Tuccy e Isabella Rossellini, protagonistas de la cinta.
CONCLAVE, basada en el libro del mismo nombre de Robert Harris, está ambientada en el Vaticano durante el proceso de elección del próximo Papa. Es un thriller que sigue al Cardinal Lawrence (Ralph Fiennes) en su tarea de dirigir el cónclave tras la muerte del Papa. Los líderes religiosos del mundo se encuentran en una misma sala para votar quién será el siguiente, y junto los rituales y misterios que se desprenden de las paredes del Vaticano, se va revelando poco a poco el lado más humano de estos seres catalogados como divinos cuando la competencia por ser el elegido toca la puerta.
“Es un juego de poder”, doy inicio a la entrevista. “…Al final del día, es como dice el personaje de Stanley Tucci: “Escoger a un nuevo Papa es como la guerra, debes elegir un lado.” Mi pregunta es, ¿cuál fue el reto más difícil cuando se trata de encontrar el balance entre mostrar una de las partes más oscuras de la religión, pero siendo respetuoso al respecto?
“¡Qué buena pregunta!”, comenta Jackman. “El respeto de nuestra parte tiene mucho que ver con la exactitud o precisión, no necesariamente en cuestiones de personalidad sino a la hora de retratar los rituales, los movimientos, los vestuarios… También cosas como lo que haría un cardinal cuando se estresa, cómo reaccionan ante ciertas situaciones, y así. Queríamos estar seguros de tener eso y de que fuera tan factual como era posible. ¿Cómo es en ese momento de votación, dónde realmente se toman las decisiones…?”.
Continua, “De hecho filmamos alrededor de nueve votaciones diferentes para poder conseguir ese sentimiento. Nuestro set era una réplica completa de la Capilla Sixtina, y teníamos a nuestros hombres en esos trajes violetas, en ese espacio, haciendo esa votación, así que parte de ese respeto hacia la religión viene del respeto que le otorgamos a ese proceso. Es un proceso antiguo que todos nos tomamos muy en serio. Es una yuxtaposición muy interesante toda la vestimenta y el ritual versus el ser humano que se viste con esas ropas y hace esos rituales. Y no siento que mostremos el lado oscuro de la religión, mostramos a seres humanos dentro de ese proceso. Es como dicen, “servimos un ideal, pero no podemos ser el ideal” y eso es lo que quisimos retratar. Seres humanos que tratan, la mayoría de las veces, de hacer lo que es mejor para la Iglesia y para las personas. Por supuesto que hay personas que anhelan el poder, pero esperamos que éstas se vean opacadas por las personas que viven para servir y que quieren hacer el bien. Y también somos un thriller político, así que no intentamos tener una posición específica sobre la religión. El objetivo de la película es que sea algo divertido para ver, no algo intenso o de profunda reflexión, queremos que las personas la disfruten por encima de todo”.
Algo muy positivo de la película es que a pesar de tratar un tema que puede resultar muy delicado, es ligera y divertida. Además de adentrarnos a un mundo secreto donde las puertas al exterior siempre han estado cerradas, se nos muestra los secretos con los que lidian a su vez los personajes. Es por ello, y por mi gran interés en estos temas, que le pregunté a Jackman si él considera que el Vaticano es una suerte de sociedad secreta, a lo cual responde:
“Definitivamente aprendimos muchísimo sobre el Vaticano y la verdad no se siente como una sociedad secreta. Se siente como un mundo histórico y ritualista que además sabe que debe lidiar con el presente. No lo encuentro atascado en el pasado. Lo encuentro muy comprometido con sus tradiciones y eso de querer cambiar la tradición por parte de algunos se ve en el filme, pero hay algo maravilloso en esa conexión con el pasado. Tuvimos acceso a algunos lugares e información sobre cómo funcionan las cosas y también fue genial el darnos cuenta de que son personas que también pueden ser divertidas y alegres, por ejemplo, en los pasillos de lo que es uno de los lugares más importantes del mundo del cristianismo, vimos un árbol de navidad con un Papá Noel en el tope, lo que nos pareció muy divertido. Y sí, muchos procesos ocurren a puertas cerradas, pero se siente sobre todo un aire de misterio más que de secretismo”.
La película fue filmada en su mayoría en Roma. Construyeron una Capilla Sixtina en el set de la Cinecittà, el complejo de estudios cinematográfico más grandes de Europa.
“Hay muchos lugares dentro del Vaticano que no son necesariamente lujosos”, comenta Jackman. “Por ejemplo, la sala de comer es una simple sala de comer. Y quisimos ser reales con eso, pero después de todo esto es una película, y lo visual se enaltece. Así que jugamos un poco con eso. Lugares como la Iglesia de San Pedro donde no filmamos la buscamos en otra parte. La única réplica real fue la de la Capilla Sixtina”.
“Siento que esta es una película que entiende las complejidades del catolicismo y nos presenta el lado humano juntamente con lo divino de una manera hermosa. ¿Qué quieres que las personas se lleven de esta película?”, pregunto y la respuesta me sorprendió de manera positiva. Normalmente esperamos un mensaje profundo, ya que a veces olvidamos que el cine también es entretenimiento. Jackman responde:
“Simplemente que se diviertan, es una película que te permite entretenerte, incluso reír en algunas partes. Si llegase a hacer reflexionar, pues excelente, pero la verdad es que el cine no tiene que ser una película de Marvel para divertir, este tipo de filmes también pueden llegar a hacerlo”.
Y tiene toda la razón.
Sobre la elección de los actores, Jackman nos cuenta que cuando él se unió al proyecto ya estaban dentro Tucci, Fiennes y Rossellini, pero previamente Isabella Rossellini había tenido que retirarse, luego fue complicado concretar fechas con Sergio Castellitto, el gran actor italiano. Como toda gran producción, conseguir la misma disponibilidad de los grandes actores siempre es complicado, pero se logró y qué bien funciona.
Cierro la entrevista con: “¿Qué es algo que sobresale para ti de este filme?”
Jackman nos cuenta que para él es “La visión del director, Edward Berger, en cuanto a lo que él quería que fuera esta película y cómo funcionaría, y la manera en la que él nos mantendría comprometidos, porque no es obvio con sólo leer el guion saber lo que la película puede llegar a ser. ¿Cómo haces que una votación sea emocionante?, por ejemplo. Y Edward lo logró, y fue gracias a su visión. Por ejemplo, el sonido era algo clave y Edward lo tenía muy claro. El quería que la respiración fuera parte de la banda sonora y la manera de ejecutarlo fue perfecta. Incluso los silencios, cuando te encuentras solo con el personaje, todo eso forma parte de lo que incrementa la tensión. Él es un genio creativo y me siento orgulloso de haber formado parte de esta obra”.
Con esto concluimos la entrevista sobre una de las mejores películas del Festival de cine de Londres, y lo que más aprecié de esta charla fue lo honesto, lo abierto y lo apasionado que es Jackman. Qué bien se siente hablar con personas que aman su trabajo y se sienten orgullosas de lo realizado. Fue una entrevista por Zoom pero espero poder conocerlo en persona y charlar de forma más extendida sobre futuros proyectos.
CONCLAVE nos invita a ser parte de uno de los eventos más emocionantes de la religión católica, de cerca, en primera fila, con sus silencios y sus actuaciones que rozan en lo perfecto. Con sus secretos y su realidad. Con su humor y seriedad. Es simplemente, una joya.
**Imagen de cabecera cortesía de © Focus Features