Cuba a través de la cámara
No voy a ser demasiado objetivo (bueno, casi nunca lo soy) al hablar de este documental titulado Cuba a través de la cámara o su título original: Cuba and the Cameraman, que suena mucho mas atractivo.
De que trata el documental
Jon Alpert, doblemente nominado al Oscar y ganador de 15 premios Emmy, escribe y dirige esta producción original de Netflix que mezcla el fervor revolucionario con un estilo documental. En él vemos un retrato muy revelador de Cuba, centrado en la vida de tres familias cubanas y de Fidel Castro, a lo largo de cuatro décadas tumultuosas en la historia del país.
A través de estas personas obreras, que tuvieron que lidiar tanto con la abundancia como con la escasez, se puede apreciar el duro impacto socio-económico que ha sufrido el país desde que colapsara la Unión Soviética al principio de los años 90.
Aunque gracias al documental se hace un repaso a los momentos socio-políticos mas importantes en los últimos 40 años de Cuba, lo que engrandece el trabajo de Jon Alpert es la honestidad y sencillez a la hora de mostrar a todos los protagonistas, que te harán reír y emocionarte, sin caer en partidismos de estar a favor o en contra de la situación.
Crítica del documental Cuba a través de la cámara
Es posible que nunca lo haya comentado en este blog (o quizás sí), pero soy un enamorado de Cuba. Siempre he dicho que si algún día desaparezco, será porque no quiero que me encuentren. Pero sí aun así tienes la necesidad de buscarme, empezar por Cuba sería un buen comienzo.
Dicho esto, entenderéis que siempre que tengo la oportunidad de ver cine Cubano o relacionado con la isla, sin duda lo hago. Es el caso de este documental. Aunque en todos los medios y plataformas lo he visto con su título original, solo Netflix lo ha traducido, y siendo original suyo, y tratándose de un reflejo de Cuba me ha parecido mas interesante usar la traducción: Cuba a través de la cámara.
Seguro que estarás pensando: ¿Por qué cuenta todo este royo? Era para disimular, porque en realidad, lo único con lo que tienes que quedarte es que el documental vale mucho la pena. No tienes que ser amante de Cuba para verlo. De hecho se retrata una parte cruda y dura de la región. Pero la humanidad que transmiten las personas que aparecen, su calidad (de cálido) y buen humor son muy representativos de aquel país. Y por eso se vuelve inevitable emocionarse con el transcurrir de los acontecimientos, o al menos eso me pasó a mi.