Hasta tres veces he tenido que comenzar a ver esta peli, no es mala, pero es pesada, compleja, intensa… de las que tienes que tener ganas de ver, y después de 3 semanas viendo películas a cascoporro por el tema de los Oscars, ya estoy hasta las pelotas.
El film narra, como en plena guerra fría, durante los 70, una mala operación secreta en Hungría pone en tela de juicio los servicios secretos ingleses, donde ruedan muchas cabezas. Pero a George Smiley (Gary Oldaman, que hace un gran papel y está nominado a mejor actor) le encargan que averigüe si el rumor de que existe un “topo” (que es el nombre que recibe en España el film) es cierto. A partir de aquí comienza a una trama, intrincada, llena de personas cuarentonas, medio calvas y con traje que a mí me hacen confundir más de una vez.
Película sombría, lúgubre, seria, donde se intenta esconder cualquier sentimiento y la trama se va discerniendo poco a poco. Está bien hecha, pero a mí me ha aportado bastante poco. Además de a mejor actor, el film está nominado a mejor banda sonora y a mejor guion adaptado.
