Los descendientes

Otra candidata mas para la gran noche del cine, “The descendants” dirigida por Alexander Payne, nos pone en la piel de un padre de familia y exitoso abogado que se ve superado por la situación cuando debe interpretar un papel de más protagonismo familiar cuando su mujer sufre un trágico accidente, teniendo que hacerse cargo de sus hijas de 10 y 17 años (interpretadas por Amara Miller y Shailene Woodley), mientras se encuentra en medio de un proceso comercial para la venta de unas tierras que pertenecieron a la familia durante generaciones y le reportaran generosos ingresos. Durante toda la narración que transcurre en las paradisiacas islas de Hawaii, Matt King descubrirá aspectos desconocidos de su núcleo familiar semi-desestructurado debido a su tren de vida laboral que le aportaran una perspectiva distinta para afrontar los difíciles momentos y decisiones que le esperan.

Aparte de destacar las interpretaciones de George Clooney como Matt King, como siempre haciendo lucir los personajes con luz propia y las hijas (y el amigo de la hija), la película no cuenta nada nuevo y salvo la peculiaridad de transcurrir en los escenarios repletos de camisas hawaianas, es una película entretenida pero sin nada especial, personalmente una de las más flojas de esta edición de los Oscar, en contra de las opiniones que he podido ver por ahí de críticos profesionales (aunque esto no debería ser ofensivo viendo el plantel de 2012).

Esta película compite por ser la mejor película, mejor director, mejor actor principal, mejor guión adaptado y mejor montaje.