La película de nuestra vida
Es la primera vez que asisto a la Cineteca de Matadero (he estado en el Círculo de Bellas Artes, y otras salas pequeñas, pero nunca en esta), y la verdad es que la sala me ha parecido preciosa (esto no es muy habitual, por eso me sorprende), cómoda y de un tamaño más que aceptable.
Lo «malo» ha sido estrenarme con esta película.
Ante todo quiero pedir disculpas si alguien relacionado con la película llegase hasta esta crítica y se sintiese herido. Pero, como todo artista sabe, está expuesto a la crítica, positiva y negativa.
Con el comentario anterior no quiero decir que sea rotundamente “mala”, ni siquiera creo que deba calificarla como tal; es una película difícil de clasificar y definir.
Para empezar, es un film muy muy personal. Tan personal que en muchas ocasiones he sentido ese tedio que todos hemos sentido alguna vez cuando algún familiar o amigo nos atosiga con todas las fotos y vídeos de sus vacaciones (me encanta mirar recuerdos, pero creo que se ha entendido a qué tipo de personas me refiero). Y me temo que no debería ser así.
Los fragmentos rodados en 1953 me han parecido geniales, por lo menos a nivel histórico (y vaya suerte tener cámara por aquel entonces, por cierto). Sin embargo, a excepción de la secuencia de la piscina, dónde se ofrecía una continuidad entre planos y sonido, y quedaba realmente bien empastado… en los 80 escasos minutos que dura acabas viendo que también se meten porque sí. Un poco en plan «ya que los tengo los meto dónde sea». Seguramente no era lo que estaba en la mente del director o del montador, pero a mí me ha acabado dando esa impresión.
El plano cenital de las diferentes revistas sobre la mesa también era muy acertado, ofreciéndonos otro puntito de nostalgia.
Lo peor llega en esos planos fijos interminables que se repiten demasiado a lo largo del film. Y soy una persona que consume cine de autor, un plano fijo “más largo de lo normal” no es nada nuevo, ni algo que me moleste. Sin embargo, sí lo hace si no me dice absolutamente nada. Si se dedica a una charla superflua y bastante vacía… es solo un buen encuadre. Fin.
Luego está el factor de mezclarlo con la propia realización, es decir, como si estuviese el making of entre medias. Y francamente, sólo te ofrecía algún momento de humor. Pero… te saca completamente. No sabes qué pinta ahí.
Lo lamento, pero en conjunto me parece pretenciosa, lo que no quiere decir que me resulte rotundamente mala.
La estructura narrativa me parece un desastre. Es una película que visualmente puede resultar hasta atractiva, pero el guión… parece improvisado sobre la marcha, dando lugar a silencios que me dejan al espectador completamente desubicado, diálogos que a veces resultaban más forzados que otra cosa…
Y lo más importante… es un film para un lugar como la Cineteca o para verla en familia (con SU familia, más bien -la del director, cuyo padre hace de abuelo, por cierto-). Personalmente, si hubiese pagado algo habría salido con un cabreo considerable del cine. Y sé que esto último a muchos les puede sonar absurdo o infantil, o directamente propio de incultos… pero normalmente tampoco nadie paga el precio habitual de una entrada de cine para visionar cortometrajes. Y he visto cortos españoles mejores, sin actores conocidos, y con un equipo en comparación ridículo en proporción cuyos resultados eran considerablemente superiores.
En cuanto a la canción de Joe Crepúsculo que pretende hacer de latemotiv (o eso parece en las sinopsis publicadas)… me ha dado exactamente la misma sensación que la incorporación de las imágenes de 1953. Sale de repente y vuelve a aparecer al final (la canción, para gustos colores, a mí me gustó más casi la versión que canta y toca al final el grupo de Nao Albet que la original).
Lo que sí me pareció un detallazo digno de alabanza son los créditos. Expone que es una película realizada por todo el equipo (la pantalla se llena de nombres de los distintos participantes). No es el típico «voy a poner mi nombre 800 veces, que igual la gente aún no se ha enterado que es «una película escrita por / dirigida por / de “x”». Algunos parece que no son conscientes de que sin ese trabajo en equipo no podrían sacar ningún rodaje adelante.
En cuanto a interpretaciones, destacaría al más joven del reparto, Nao Albet. Cabe mencionar que hacía falta ver a Francesc Garrido sin cara de amargado como en absolutamente cada serie en la que aparece.
En definitiva: si no tienes el don de la paciencia o gusto por un tipo de cine menos convencional… ni te plantees verla (estoy convencida de que lo más suave que podría decir el público medio es que es un completo aburrimiento). Siendo sincera… yo no volvería a verla. Si eres de una opinión muy contraria a la mía o un/a valiente, espero, por lo contrario, que logres disfrutarla.
Vi esta película hace poco también en un festival y estoy bastante de acuerdo contigo, aunque yo creo que le hubiera puesto 3 estrellas porque las partes interpretadas por los actores me gustaron bastante. He de decir que yo no suelo ver cine de autor, y mucho menos “tan de autor” como esta película y salí de la sala bastante confundida. Aunque valoro las grabaciones antiguas, ya que como tú bien dices, tienen un valor histórico importante (¿quién tenía una cámara de vídeo en 1953?), se me hicieron excesivas y muy largas esas grabaciones. Las partes de interpretación de los actores no eran más que la representación de lo que se había visto grabado anteriormente, sin un guión que aporte demasiado, y es una pena porque me pareció que la espontaneidad y naturalidad de las escenas con actores merecían mucho más trabajo de guión, una trama y más presencia en la película. Yo también tuve la sensación de que improvisaban (aunque creo que no lo hacían), y no me parece negativo, ya que le daba una frescura a las secuencias que le iban muy bien a una película que se enlentecía con las grabaciones. Destaco la asombrosa naturalidad de Nao Albet, a quién ya conocía de algunos trabajos previos y que siempre me ha parecido un actor buenísimo pero muy poco valorado. Aquí brilla con una ingenuidad infantil y una simpatía que no había visto en otros papeles. ¡Ójala le den más papeles a este chico porque creo que se lo merece mucho! Yo recomendaría esta película siempre y cuando esté en unos precios de 4 o 5 euros. Pagar 8-10 euros en un cine comercial por esta película, incluso gustándote el cine de autor, creo que es demasiado.
Eres la primera que me hace un comentario en una crítica, así que de primeras, mil gracias. Lo habitual no es recibir además una opinión tan completa, algo que es de agradecer 🙂 Nao Abert es de mis favoritos de Cuéntame, creo que tiene mucho talento y es el que más brilla en la película. Mis puntuaciones son pura orientación, la verdad, y creo que llevas razón en que podría haberle dado las 3 estrellas (aunque creo que sería demasiado generosa, al menos en mi opinión). En cuanto a lo del precio, estoy completamente de acuerdo.
De nuevo, gracias por molestarte en dejar tu opinión (es casi otra crítica jeje). Un saludo!!