La Vampira de Barcelona
Por un momento creí que estaba aferrada al Halloween y que me iba a seguir hablando de películas de terror fuera de temporada, pero no. Hoy les vengo a hablar de La Vampira de Barcelona (2020) y, aunque sí es una historia un poco turbia, no está relacionada con el terror.
De hecho, esta película está basada en hechos reales, ambientada en principios del siglo XX en Barcelona, una época oscura marcada por las desapariciones de niños. Por supuesto de algún lado tenía que salir el culpable y la elegida para ocupar ese puesto fue Enriqueta Martí (Nora Navas), pues existían rumores y algunas señales por un lado de que secuestraba niños para prostituirlos y por otro lado que los buscaba para matarlos y alimentarse con su sangre. Al menos de eso se trata la película, porque la historia real tiene un par de diferencias.
La estética de La Vampira de Barcelona es bastante interesante, pues está hecha en blanco y negro, con escenarios muy simples y teatralizados que generan un ambiente que recuerda a Drácula de Bram Stoker. Y genera un contraste fuerte llenando de color la pantalla cuando las escenas son dentro del burdel, mostrando una vida diferente en la que resalta el rojo muy alusivo a la violencia, la sangre y hasta el sexo.
Las actuaciones están a la altura de la perturbadora historia que se narra, desenvolviéndose en escenas que por momentos rayan en lo poético, sin llegar a lo explicito sí causa una sensación de incomodidad ante los hechos que se plantean.
Tiene un estilo mucho más policíaco y detectivesco y se aleja del terror o el Thriller. Al mismo tiempo se engancha en el drama y lanza un discurso fuerte y directo que termina por absolver no sólo a la protagonista sino a la mayoría de los implicados en la narración.
Eso sí, tiene algunos problemas, pues aunque hay absolución, la solución final no otorga una respuesta certera o satisfactoria a todos los misterios, enreda demasiado a los personajes al grado de que la confusión no genera intriga sino cansancio.
El contraste entre el blanco y negro está bien, pero al estar todo digitalizado hace que la apariencia sea rara y parece demasiado falso y forzado. Yo resaltaría la importancia de mostrar la pederastia y los crímenes que en el mundo de han cometido y se comenten contra los niños, porque más allá de narrar la leyenda sobre Enriqueta Martí sí muestra una problemática que sigue presente en nuestros días.
Aun así, La Vampira de Barcelona es una película interesante, no destaca mucho pero vale la pena darle una pequeña oportunidad.
