Leachman, Tyson, Holbrook y Plummer
Hay actores y actrices que hemos visto en tantos papeles secundarios a lo largo del tiempo, que sus rostros se han terminado convirtiendo en rostros familiares. Cloris Leachman (1926-2021) debe haber empezado a interpretar roles de abuela, suegra y anciana desde hace 30 años. Su vena para la comedia podía usarse en cintas familiares como Spanglish (2004) o títulos más hilarantes como Bad Santa (2003). Leachman era de esas actrices que nunca paraba, siempre estaba trabajando en lo que sea, prestando su voz a cintas animadas como The Croods (2013) o en la TV en series como Malcolm in the Middle (2000).
Fue, justamente, en la pantalla chica donde Leachman explotó su carrera y logró ganar 9 Emmys entre 1972 y el 2006, la actriz mas premiada por la Academia de TV. Pero el cine también la vio brillar, su actuación en ese clásico moderno llamado The Last Picture Show (1971) es impresionante y muestra su rango como actriz, el Oscar fue mas que merecido. En los años siguientes Mel Brooks la inmortalizaría como la Frau Blucher de Young Frankenstein (1977) y luego como la enfermera Diesel en High Anxiety (1977). Con una voz ronca inconfundible y un rostro que parecía plastilina, Cloris Leachman deja un legado cargado de risas.
La carrera de Cicely Tyson (1924-2021) fue sumamente distinta. El modelaje fue su primera afición y como la gran mayoría de actrices afroamericanas de su generación, tuvo que esperar y luchar bastante para irse ganando un lugar en el mundo del espectáculo. La década del 60, icónica en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, fue donde Tyson empezó a tener personajes más significativos, pero siempre secundarios.
Sounder (1972) fue la película que cambió y definió su carrera. Este drama sobre una familia afroamericana de algodoneros durante la depresión económica fue una película muy importante en su momento, cargada de identidad racial, honesta en su relato y con una Cicely Tyson que interpreta a Rebecca con una intensidad admirable. La actriz recibió su primera y única nominación al Oscar por la cinta. Luego, la carrera de Tyson siempre estuvo arrinconada a roles secundarios, casi siempre de mujer cargada de sabiduría, con un espíritu de dignidad admirable y que ayudaba a romper estereotipos raciales en las cintas que aparecía. La leyenda de Tyson fue mayor detrás de las pantallas que delante de ellas, sin embargo, es uno de los nombres que le abrieron paso a que ahora tengamos a Viola Davis, Halle Berry, Angela Bassett y más.
Hal Holbrook (1925-2021) es otro de esos actores que uno podía ver en la TV, luego ese mismo día en una película y en el teatro (algunas de estas actuaciones están en YouTube). Holbrook era lo que se conoce como actor de carácter, capaz de ser Lincoln en una Miniserie para la TV y luego aparecer en tinieblas como el informante Garganta Profunda en All the President’s Men (1976).
Su única nominación al Oscar fue por Into the Wild (2007) la road movie dirigida por Sean Penn, en ella, Holbrook interpreta a un abuelo lleno de nostalgia y con presencia mitológica. Su interpretación de Mark Twain, repetida innumerables veces a lo largo de su carrera, es un clásico de la cultura gringa y vale la pena ser vista. Un actor para quien nunca hubo roles pequeños.
La última estrella en apagarse estos días fue la de Christopher Plummer y su lustre fue el que más brilló dentro de este grupo. Plummer fue un actor clásico y como todos los actores clásicos empezó su carrera en el teatro. Luego vendría el camino en la TV durante la década del 50 y recién en 1964 con La Caída del Imperio Romano haría su debut en la pantalla grande. Al año siguiente, Plummer se convertiría en estrella tras interpretar al cuadriculado y, eventualmente, romántico Capitán Von Trapp en La Novicia Rebelde (1965). La cinta, protagonizada junto a Julie Andrews, sigue siendo una de las más exitosas de la historia del cine.
Sin embargo, la carrera de Plummer nunca alcanzó el status de actores de su generación como Paul Newman o Sean Connery. El canadiense era visto como un actor serio, perfecto para el rol secundario más importante, como en El Hombre que Sería Rey (1975) de John Huston. Plummer siempre volvía a las tablas y ganó 2 Tonys (el Oscar al teatro) en su carrera. En el cine su nombre estaba casi olvidado hasta que, en 1999, Michael Mann le dio el papel del periodista Mike Wallace en una gran película, The Insider o El Informante. Este trabajo secundario, cargado de carisma y donde Plummer logra robarle la atención a dos monstruos como Al Pacino y Russell Crowe le valió el respaldo de la crítica y un reinicio con el cine.
Los siguientes años y ya convertido en figura legendaria, vendrían cargados de buenas actuaciones en cintas como Una Mente Brillante (2001), Nicholas Nickleby (2002), Syriana (2005) y La Chica del Dragón Tatuado (2011). The Last Station (2009) y All the Money in the World (2017) le valieron nominaciones al Oscar, premio que recibió en el 2010 por Begginers. Esta última película, dirigida por Mike Mills, es una verdadera joya oculta y Plummer da una actuación casi milagrosa, interpretando a un hombre que decide salir del closet los últimos años de su vida. La ultima gran película del actor fue como el fantasmagórico patriarca de la divertida Puñales por la Espalda (2019).
Actor entre actores, dueño de una voz que parecía ser añejada en terciopelo, dueño de una presencia cinematográfica que nunca perdió una pizca de encanto, Christopher Plummer se va con más de 200 créditos a su nombre. ¡¡¡Gran legado!!!
Esta entrada es un adiós a estos cuatro grandes actores y actrices que son los primeros en despedirse este 2021.
