Ya dije cuando hablé de la segunda parte, que aunque me costara vería la tercera, eso he hecho y menos mal porque es posible que Los últimos golpes del Torete (Perros Callejeros III) sea la “mejor” de las tres.
En esta tercera parte encontramos a Ángel Fernández Franco, el Torete de vuelta de todo, parece que cometer los delitos a los que nos tiene tan acostumbrados ya es cosa de risa y lo hace sin apenas esfuerzo, además esta vez se alía con El Vaquilla y por extensión con la novia de este, para cometer las fechorías que a mi forma de ver resultan más cómicas de todas como hacerse pasar por pilotos de Seat para probar los nuevos modelos.
Sé que para muchos Los últimos golpes del Torete puede ser la peor de las tres, porque la historia que plantean es absurda y muchas de las situaciones ridículas, y es cierto, pero dejando eso de lado al igual que las interpretaciones (ya que en mi opinión son cosas secundarias en este tipo de metrajes), el mensaje a trasmitir creo que queda patente, las rumbas vuelven a resonar y sobre todo o quizás exclusivamente las persecuciones… que grandes persecuciones a toda pastilla, golpeando coches de la policía para sacarlos de la carretera, esos planos desde el salpicadero que parecen de videojuego, los derrapes, coches a dos ruedas, incluso explosiones. Y muchos sueltan que son cosas absurdas… claro pero luego las ven en Hollywood y es de lo más normal… en fin.
En mi opinión de la Loma echa el resto en Perros callejeros III para cerrar una trilogía sobre un curioso personaje de la sociedad de los 80 y que estableció las pautas a seguir en el cine quinqui, que sin ser nada bueno resulta la mar de entretenido. La pregunta que me surge es: ¿Sigo viendo más películas de este género o mejor no arriesgar?
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