Perdida
Tras hacerse oficial las nominaciones a los Oscar de este año, es tradición que se desate una sana locura en Filmfilicos y que tratemos de comentar todas las películas que optan a estatuilla. Me estreno en esta fiebre filmfilica de 2015 con la película Perdida (Gone Girl), la adaptación cinematográfica del superventas escrito por Gillian Flynn. Su protagonista femenina, Rosamund Pike, ha sido nominada como mejor actriz y le acompaña en el reparto Ben Affleck.
Amy (Rosamund Pike) y Nick (Ben Affleck) parecen el matrimonio perfecto. Al menos, así se presentan de puertas para afuera, pero la realidad no es lo que parece. En el día del quinto aniversario de matrimonio, Amy desaparece, creando una gran confusión. Conforme la policía avanza en su investigación, empiezan a encontrarse pruebas de que Amy podría haber sido asesinada y Nick se convierte en el principal sospechoso de la investigación. Nick intentará por todos los medios descubrir qué ha pasado con su esposa y demostrar su inocencia. No lo tendrá fácil ya que tiene en su contra a la policía, a la sociedad y a los medios de comunicación.
Una de las críticas más interesantes que se hacen en Perdida es, precisamente, sobre el papel de los medios de comunicación en este tipo de sucesos. Tanto periodistas sin escrúpulos como los afectados en el caso utilizan el altavoz mediático para mandar mensajes y poner a la sociedad a favor o en contra. La película muestra claramente los juicios paralelos que se producen en las televisiones, especialmente, donde la opinión gana a la información y donde contar la verdad no es tan importante como conseguir audiencia. En Perdida se cumple el dicho de que “ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos” y se pone de manifiesto que muchas veces la realidad que se nos muestra es cuestión de imagen y apariencia.
Me ha parecido un film de suspense aceptable, con numerosos giros inesperados en la trama que mantienen al espectador confuso y enganchado durante la película. No obstante, hay que reconocer que el desenlace es un poco inverosímil y decepcionante, especialmente la que incluye a Neil Patrick Harris, quien, por cierto, será el presentador de la gala de los Oscar.