Sexo, mentiras y cintas de video

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Sexo, mentiras y cintas de video

Hoy en día al margen de los grandes estudios, en Estados Unidos también hay una gran red dedicada en exclusiva al cine independiente. Nombres propios delante y detrás de las cámaras, las características particulares de esas películas, con festivales especializados e incluso con ceremonias de premios que buscan celebrar este tipo de cine, no deja de ser paradójico que un cine que en teoría busca forjar una identidad propia tenga toda una cadena de distribución hecha a medida. Por supuesto, este cine independiente estadounidense siempre ha existido con mucho éxito en algunos casos, catapultando nombres a la primera línea y dando contundentes golpes en la mesa, pero quizás hace varias décadas atrás, tal y como ejemplifica la película de hoy, esa vertiente independiente era algo más genuina e incluso rompedora para los estándares de la época.

John es un abogado en busca de éxito que está casado con Ann, una mujer introvertida. Ann tiene una visión bastante distante del sexo, siendo un aspecto que para ella no es prioritario en su matrimonio y aun así considera que su matrimonio es firme. Lo que Ann no sabe es que John está teniendo una aventura con Cynthia, su hermana menor mucho más extrovertida y liberal que ella. Pero la llegada a la ciudad de Graham, un antiguo compañero de John pondrá patas arriba las vidas de todos.

Al adentrarme previamente en trabajos de Steven Soderbergh, por mucho que vaya con sobre avisos, nunca sé realmente qué esperar dado lo diversa que es su filmografía. Sin embargo, teniendo en cuenta todos los elogios que había cosechado su ópera prima tenía cierta curiosidad por ver como se había desenvuelto el realizador estadounidense para saltar a la palestra de forma tan notable. Y es que tan solo bastan unas pocas escenas para quedarse sorprendido del estupendo control sobre la cámara y sobre los personajes que ejerce como si fuera un auténtico maestro. Por el propio titulo de la cinta, los elementos en torno a los que va a girar la historia tienen un componente dramático difícil de ignorar. Con un reducido grupo de actores, Soderbergh busca crear un análisis de personajes que a primeras pueden parecer simples arquetipos, pero es a través de los diálogos en teoría inofensivos y cotidianos o de como se mueve o se queda estática la cámara alrededor de ellos en escenas como la cena que se van viendo los retazos, las grietas de cada uno de ellos a través de los ojos de otros y a través de los ojos del espectador.

Al tratarse de un análisis de personajes, resulta sorprendente como Soderbergh a través del guion sentaría muchas de las inquietudes que se hicieron populares en el cine de los 90, ya fuera cine más independiente o filmes que ya son clásicos. Y esas inquietudes no son otras que el falso retrato idílico de los suburbios, las complejas relaciones entre el matrimonio así como los roles que ambos ejercen, el como aspirar a una vida de trabajo estable, casa y matrimonio firme debería ser el estándar de calidad de todo ciudadano de clase media para demostrar poder pero como esa vida aspiracional hace que aquellos que se ven inmersos en ella en su interior sean profundamente infelices y estén insatisfechos, siempre queriendo más hasta jugar con fuego y el cómo se castiga a todos aquellos que quieran salirse de los márgenes. Todas estas inquietudes se verían luego en el esqueleto de películas que van desde Eduardo Manostijeras hasta American Beauty, esta última sorprendentemente compartiendo muchísimo más con el filme de Soderbergh.

Sexo, mentiras y cintas de video

Con todas estas cartas sobre la mesa, no hay que perder de vista el papel que juega el sexo aquí. Pero nuevamente Soderbergh viene a romper un poco con las expectativas, ya que la mayoría de escenas centradas en el sexo es algo mucho más hablado a través de diálogos y monólogos o meras sugestiones, aunque al hacer eso el impacto se siente mucho más intimo y se puede sentir la desnudez de los personajes al despojarse de tabúes y hablar más abiertamente de experiencias tan personales y profundas con alguien nuevo, dejando en evidencia la aparente contradicción de que uno se puede sentir más libre con alguien que acaba de conocer que con alguien que lleve mucho tiempo a su lado, y que solo a través de este tipo de diálogos uno termina por conocerse a si mismo, a través de los ojos de los demás. Además del componente profundo de esta especie de confesiones, el personaje de Graham con su extraña obsesión, o más bien fetiche, confronta las dos posturas de los personajes de la cinta. Por un lado, Ann y John se sienten horrorizados al descubrirlo, mientras que Cynthia tiene una curiosidad casi morbosa en saber más y Graham hasta cierto punto queda reducido a una especie de voyeur, uno que simplemente se dedica a observar desde la lejanía.

Resaltar tanto que el filme trata de diseccionar a sus personajes significa que los actores deben estar a la altura de las circunstancias, algo que se cumple con creces. Andie MacDowell en la piel de Ann muestra muy bien ese personaje que al principio si bien simpático y cargado de sonrisas amables está más retraído e indirectamente subyugada a su marido, al irrumpir Graham en su vida poco a poco va a ir rompiendo ese cascarón que no se daba cuenta que tenia alrededor, formando un personaje mucho más tridimensional. James Spader como Graham juega mucho con esa dualidad de su personaje, si esconde intenciones buenas con su llegada o si simplemente es una persona con la que hay que andarse con mucho cuidado una vez se descubre su fetiche y el indudable huracán que es Laura San Giacomo como Cynthia, con una rebeldía, sensualidad sin ningún remordimiento y egoísmo que traspasa la pantalla.

En resumen, se trata de un impresionante debut que no se siente como tal, que sentaría las bases de un cine que vendría después y que su disección respecto a sus personajes más allá de parecer incómoda termina resultando fascinante.

LA NOTA DE FILMFILICOS

EN POCAS PALABRAS

Una magnifica opera prima que se siente como una valiosa cápsula del tiempo que todavía se puede sentir vigente.

4
Andie MacDowellCine de EE.UU.Cine independienteDramaJames SpaderLaura San GiacomoPeter GallagherSteven Soderbergh
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Autor/a

Palomiix (AKA Paloma Sztrancman)

Autobiografía: Graduada en Comunicación Audiovisual, pero eso es una simple excusa para pasarme el día viendo películas y series como si no hubiese mañana. Y si a eso le sumamos la lectura tenemos el 90% del tiempo pillado. Frase: "Dame una taza de chocolate y una buena historia. No necesito más para ser feliz".

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