Una de las muchas razones por las que me fastidia tanto la época decembrina y sus fiestas, tiene mucho que ver con ese mensaje retorcido de que todos podemos ser buenos y todo se justifica en nombre de la Navidad… y pues sí, ya vine a derramar mi amargura entre los recovecos de Fimfilicos y les vengo a platicar de “Un Robo Muy Navideño (2025)” que este año forma parte de las recomendaciones de temporada en el catálogo de Netflix.
En esta película nos narran la aventura de Sophia (Olivia Holt) una vendedora de joyería en una importante y elegante tienda. Es diciembre y por supuesto las compras de los clientes son una locura y el estrés está a tope. Entre tanta distracción, Sophia aprovecha para embolsarse algunos billetes sin contar con que alguien la vigila desde una cámara de seguridad, aunque no precisamente el dueño, sino que se trata de Nick (Connor Swindells), un técnico de sistemas de seguridad que aprovecha su descubrimiento para manipular a Sophia y convencerla de robar la tienda completa.
Y claro, es que el robo tiene que estar justificado, a pesar de ser un delito, porque es navidad y entonces, comienzan a platicarnos las tristes razones de cada uno de nuestros protagonistas para cometer su crimen. Pero eso no es todo, es que en esta época todos somos buenos, entonces ellos sólo necesitan el dinero y no son malos, así que sus intentos de robo se van a ver frustrados más de una vez y, ¡claro que sí! la cereza del empalagoso pastel es un final feliz y una bonita cena navideña.

Y miren, la película no es mala, de hecho, es bastante entretenida y, al menos, lo que se quieren robar es dinero y no la navidad… El escenario se presta para ser un gran aparador lleno de luces, adornos de colores, nieve y regalos. Las situaciones cumplen con ser divertidas y entretienen. Eso sí, los actores no tienen nada de química, aunque no resulta incómodo porque no es una historia de amor romántico, pero al ser cómplices se agradecería que lograran convencer de que confían uno en el otro.
Por fortuna para Un Robo Muy Navideño, su guión está bastante bien estructurado, porque tampoco es que cuenten una historia demasiado complicada, pero es un punto bastante fuerte y que es lo que consigue entretener.
En conclusión, a pesar de mi mal humor y su mensaje justificando lo injustificable, por ser entretenida y cómica sin fastidiar, sí la recomiendo para el día de recalentado y pijama, con el pretexto de pasar un buen rato en esta #Navidad2025.











