Me encanta encontrarme con trabajos así, que sorprenden, te divierten y encima te hacen pensar. Se trata del cortometraje documental Una terapia de mierda dirigido por Javier Polo Gandía, con un guion de Juanjo Moscardó Rius y Ana Ramón Rubio.
Sinopsis de Una terapia de mierda
En pocas palabras, el cortometraje es una parodia de las pseudoterapias y, sobre todo, de la estupidez humana.
En 2012, dos estudiantes de biología «crearon» el fecomagnetismo, una parodia de las pseudoterapias que aseguraba curar todo tipo de enfermedades mezclando caca con imanes. Solo querían hacer una crítica original y divertida, pero se les fue de las manos. ¿Cuánto tiempo tardarían la gente en darse cuenta de que todo era falso? Esto es lo que nos cuenta el documental.
El trabajo está nominado al Goya a mejor cortometraje documental, sin duda una de las apuestas más irreverentes de esta edición de los premios. Difícilmente obtendrá la estatuilla, pero molaría tanto…
Reseña de la película
No os voy a engañar, estas cosas me chiflan. Salirse de la linea habitual, arriesgando para sorprender, me encanta. Además, creo que un tema tan absurdo como las pesudoterapias, solo se pueden tratar poniéndose a su altura y siendo muy absurdos.
Y yo creo, pensándolo un poco, que el corto en realidad no trata sobre las pseudoterapias en si, sino de lo increible que es la estupidez humana y de que nunca deja de sorprendernos.
Como veréis, no he querido incidir mucho en lo que sucede en el documental, precisamente, para que disfrutéis sin complejos de esos escasos 13 minutos.
