20 recomendaciones para Halloween

Creo que no le descubro América a nadie si afirmo que el terror es de mis géneros favoritos. Si se echa un vistazo semana a semana seguramente las películas que reciba con mayor entusiasmo son las que tienen que ver con el terror. Explicar aquí los motivos de esa predilección llevaría a que esta entrada fuese mucho más larga de lo que ya lo es, pero sí puedo resumir brevemente que una de las características que más me apasiona del género es la inmensa variedad de subgéneros que hay, tantos que también podría estar debatiendo durante horas sobre ellos.

Al llegar Halloween, una de las mejores noches del año, seguramente la gran mayoría tiene diversos planes para celebrar dicha festividad (algo muy bueno por otra parte, la cantidad de planes que se pueden organizar y que todos son disfrutables). Y en lo personal como durante gran parte del año estoy constantemente escribiendo sobre terror, qué mejor manera que compartir aún más mi amor por el género que dejando unas cuantas recomendaciones, reuniendo en un mismo sitio películas y algo más para todos los gustos, de modo que esto sirva como un pequeño buffet donde hay todo tipo de variedades, pasando por varios países, optando por algunas rarezas o menciones a favoritas personales en general, para que quién quiera coger algo lo haga sin miedo en una lista como otra de las muchas que pueblan internet durante estos días.

Nota: Soy consciente de que las recomendaciones que se van a dar a continuación pueden encapsularse dentro de más subgéneros y/o categorías y que seguramente haya muchos más subgéneros y/o categorías que los que he señalado, solo que en esta ocasión todo se ha reducido a mi criterio más personal. Sin más dilación, he aquí mis 20 recomendaciones para Halloween.

1. Slasher: Detrás de la máscara: El encumbramiento de Leslie Vernon (2006, Scott Glosserman)

El terror ha dejado tras de sí una enorme ristra de nombres reconocibles para el público general. Michael Myers, Jason Voorhees o Freddy Krueger son algunos de ellos y esta película lo sabe muy bien, por lo que con un excelente uso de la metaficción y la autoconsciencia sale una muy entretenida cinta que a la vez perpetua los tópicos del subgénero pero riéndose de ellos en un resultado comparable con la saga Scream y que hará las delicias de los aficionados al slasher, con sorpresas y detalles hasta el minuto final de los créditos.

2. Terror psicológico: La cabaña siniestra (The Lodge, 2019, Severin Fiala y Veronika Franz)

Con un limitado grupo de personajes, una tragedia importante que llevan estos personajes como una losa sobre sus espaldas y una localización propicia al aislamiento se tiene el perfecto caldo de cultivo para que el terror se vaya cociendo a fuego muy lento pero de manera muy efectiva, generando poco a poco un ambiente de tensión maravillosamente construido que va explorando los traumas del pasado que, en un ambiente tan asfixiante y con unos personajes tan al límite, solo puede acabar muy mal.

3. Body Horror: Spring (2014, Justin Benson y Aaron Moorhead)

Combinar con éxito este subgénero que requiere de tanta brutalidad en cuanto a la ejecución con el romance que requiere de sutileza y delicadeza no es tarea fácil, de hecho se antoja como una tarea titánica. Sin embargo, esta película sabe manejar esta hibridación a priori tan extraña con muchísimo pulso, navegando entre el romance, la fantasía, la ciencia ficción y el terror sin despeinarse porque sabe que el gran foco es la pareja protagonista: Dos almas solitarias con sus respectivas historias que se conocen en un pequeño pueblo italiano, de modo que cuando se toma la curva hacia el terreno más alejado de la realidad ya se ha formado un vínculo entre ellos y con el espectador, una conexión que permanece hasta el tan ansiado y redondo clímax.

4. Home Invasion: Al interior (2007, Alexandre Bustillo y Julien Maury)

El hogar debería ser el principal refugio de cada uno de nosotros, un lugar donde poder ser uno mismo entre unas cuatro paredes y olvidarse de los problemas del exterior durante un tiempo. Pero ¿qué sucede cuando esa seguridad que proporciona el hogar es arrebatada de cuajo? Y lo que es peor, ¿qué sucede si a esa brecha de seguridad se le añaden la paranoia que puede generar un embarazo siendo madre soltera y un ambiente de violencia que no da tregua en el país? Que se obtiene como resultado una de las películas más violentas que ha parido el siglo XXI y que bajo ningún concepto es apta para corazones ni mentes débiles.

5. Thriller sobrenatural: La autopsia de Jane Doe (2016, André Øvredal)

Un par de forenses, una morgue durante la noche y un misterioso cadáver. No hace falta más para mantener una excelente historia que no deja de ir a más conforme la noche va dando paso al día. ¿O tal vez sí? Lo que parecía una investigación rutinaria no tardará en volverse algo más siniestro, algo que tanto padre, hijo y los propios espectadores van descubriendo simultáneamente con horror a medida que la autopsia se vuelve más incisiva y cuyos sonidos cuidadosamente colocados van a resonar en la cabeza mucho tiempo después de que hayan salido los créditos.

6. Found Footage: Host (2020, Rob Savage)

Más allá de su contexto espacio temporal tristemente de sobra conocido por todos y cuyo plan por Zoom supone una irrupción más terrorífica a la realidad del momento, resulta admirable como en poco menos de una hora, con tan escasos recursos y con un planteamiento visto incluso dentro del propio formato logra ser increíblemente efectiva, pillando con la guardia baja en más de una ocasión y que pone de manifiesto que en ocasiones poco importan las circunstancias y los presupuestos si se tiene una idea solvente detrás.

7. Terror gótico: Sleepy Hollow (1999, Tim Burton)

Si he de ser sincera, he debatido internamente sobre si debía elegir esta película como recomendación. Y volviendo a ser sincera conmigo misma a la hora de evaluar los motivos, todas sus grandes virtudes están más relacionadas con el envoltorio por mucho que el contenido sea también una delicia, por lo que aunque la excusa pueda sonar pobre, han pesado más los motivos cinematográficos que los extra cinematográficos. Y es que la película contiene tanto la esencia de su director, resultando en un exquisito cuento gótico que se toma en serio en la justa medida y está a medio camino entre la ensoñación y la pesadilla, por lo que es un deleite verla y recomendarla.

8. Fantasmas: La maldición de Rookford (The Awakening, 2011, Nick Murphy)

En tiempos oscuros como puede ser un período de entreguerras las heridas no solamente físicas se cuentan por millones. De hecho, esas cicatrices son profundas y en muchos casos no llegan a borrarse del todo, por lo que esas llagas quedan ahí, como un pequeño recuerdo en la sombra que en el momento más inesperado amenaza con supurar y llevarse por delante la psique de los personajes. Cada uno de los personajes de la cinta está herido y completamente solo con su dolor de alguna manera, tienen sus propios fantasmas. Y como toda historia de fantasmas clásica que se precie, es simultáneamente sorprendente, bella y triste.

9. Posesiones: Verónica (2017, Paco Plaza)

El paso de la niñez a la adultez es un proceso muy complicado tanto física como mentalmente y para algunos resulta todavía más aterrador el dejar atrás una parte de ti para embarcarte en un mundo cuanto menos desconocido y mucho más hostil, en ocasiones a la fuerza. Y es que ante todo esta cinta es un escalofriante coming of age pavimentado de las buenas intenciones de su protagonista. Solo que a veces esas buenas intenciones tienen consecuencias extremas que no solo las sufrirá ella, sino toda su familia cuando el terror haga acto de presencia.

10. Zombies: One Cut of the Dead (2017, Shinichirô Ueda)

Si alguien creía que los muertos vivientes a estas alturas eran unos seres que estaban más muertos que vivos quizás le convenga replantearse esa idea con esta cinta a la que es mejor aventurarse sin saber gran cosa. Tras una primera mitad de película divertida pero algo confusa, uno puede llegar a pensar si eso realmente era todo lo que podía ofrecer. Pero la paciencia tiene su recompensa con creces una vez llega la segunda mitad, donde todo lo que se había mostrado anteriormente se vuelve incluso más divertido, más meta y la confusión inicial adquiere una nueva dimensión, revelando una genuina carta del amor al oficio del cine.

11. Vampiros: Byzantium (2012, Neil Jordan)

Ha sido una ardua tarea decantarme por tan solo un filme de mis criaturas nocturnas predilectas, pero poniéndome en serio a repasar mis preferencias sobre personajes melancólicos debatiéndose entre su humanidad y su lado más oscuro, dilemas cuestionables a los que se enfrentan dichos personajes, las dosis justas y necesarias de violencia, una mitología estimulante y una narrativa cargada de lirismo e imágenes para el recuerdo, la elección estaba clara con esta película que guarda ciertas similitudes con la otra conocida obra vampírica de su director y a la vez tiene suficiente personalidad propia.

12. Hombres lobo: Ginger Snaps (2000, John Fawcett)

En líneas anteriores he comentado como el género de terror es un excelente vehículo para las historias coming of age. Y si en el caso de Véronica ese proceso de hacerse mayor incidía más en el aspecto psicológico, en este caso es una metáfora puramente física, muy desenfrenada, muy divertida pero también muy certera con dos actrices muy carismáticas que hacen de esta pequeña cinta de culto algo a reivindicar cada cierto tiempo.

13. Remake: Posesión infernal (Evil Dead, 2013, Fede Álvarez)

Normalmente me considero entre aquellas personas que afirman que si algo no está roto no hace falta arreglarlo, por lo que las noticias de remakes suelo tomarlas con muchísimo escepticismo. Pero hay ocasiones donde los prejuicios iniciales se ven sobrepasados por una magnifica reinterpretación. Y es que hay que tener talento para coger la célebre película de Sam Raimi, mantener su esencia original pero darle una visión completamente nueva que funcione, combinando lo mejor de ambos mundos y dando lugar a algo tan sorprendente como gratificante capaz de unir a los fans del clásico original como a los más nuevos y que ambos puedan regocijarse por este pequeño gran milagro.

14. Animación: La casa (2022, Emma de Swaef, James Roels, Niki Lindroth von Bahr y Paloma Baeza)

Como bien indica su título, la casa no es sino el nexo para narrar tres historias muy diferentes con el único punto en común de que todas emplean la técnica del stop motion, haciendo que intrínsecamente las historias se vuelvan más siniestras y también más melancólicas, generando una antología con historias diferentes entre sí y que, aunque haya preferencia por alguna, todas tienen algo interesante que contar, que con paso lento pero firme van desenvolviendo una maraña tan bizarra como creativa desembocando en una pequeña joya para adultos.

15. Musical: The Lure (2015, Agnieszka Smoczyńska)

Todos nos sabemos de memoria el cuento de La Sirenita, ya sea por raíz original en papel o por varias adaptaciones y versiones que se han hecho de la historia tanto para cine como para televisión. Pero lo cierto es que no hay ninguna versión tan extraña y fascinante como esta, donde si bien el esqueleto del cuento de Andersen está presente a lo largo del metraje, su ambientación en la Varsovia de los 80 entre edificios grises, decadentes neones, clubes underground de todo tipo, disparatados pero pegadizos números musicales y el lado más temible de las sirenas hacen de esta cinta una rareza que cuesta creer que llegue a tan buen puerto, pero hay que verla para creerlo.

16. Comedia: Tucker & Dale contra el mal (2010, Eli Craig)

El proponer un juego en base a los estereotipos por norma general es algo que suele dar excelentes resultados, especialmente si la comedia entra en el terreno del terror. Si a ese juego se le suma un gigantesco malentendido que no deja de ir a más se obtiene una combinación ganadora, pues gracias a la inevitable complicidad del público con el guion, al buen hacer de sus personajes y a las absurdas muertes que podrían llegar a recordar a Destino final, las risas están más que garantizadas.

17. Ambientada en Halloween: Truco o trato: Terror en Halloween (2007, Michael Dougherty)

Esta película se ha convertido en un clásico contemporáneo para ver en estas fechas por mérito propio. Tomando de base lo que hace que la fiesta sea una fiesta, es decir, sus tradiciones y sus reglas, se combina en una perfecta simbiosis el espíritu lúdico pero también el terror para regalar cuatro historias que funcionan tanto de forma independiente y como parte de un gran mosaico en una satisfactoria antología que siempre viene bien recomendar.

18. Serie: Misa de medianoche (2021, Mike Flanagan)

Qué gusto da cuando después de tanto tiempo llega algo que no es solo es capaz de sorprenderte por completo, sino que también te retuerce de formas inimaginables y las sensaciones, la historia y los personajes acaban dejando en ti una huella imborrable. Durante sus siete maravillosos capítulos las cartas se van poniendo sobre la mesa, dibujándose y redibujándose, dando lugar a nueva dimensión de las expectativas iniciales en la que el discurso del terror en todas sus vertientes está inevitablemente ligado a la religión con una maestría inigualable hasta su poderosa catarsis final, donde todos los personajes tan humanos como imperfectos de la isla han aportado su pequeño granito de arena para construir el más increíble de los relatos que se siente como una historia perdida de Stephen King pero que, milagrosamente, es un trabajo original e inolvidable, tanto que para quien escribe estas líneas, es la mejor serie de terror que existe y por qué no decirlo, la mejor serie asecas.

19. Libro: El aspecto del diablo (2019, Craig Russell)

Aquellos más cercanos a mí saben que además de las películas y las series mi gran pasión es la lectura, por lo que no he podido evitar traerla aquí. Y al ver la sinopsis de este libro no puede resistirme, pues al reunir entre sus páginas una atmósfera opresiva con unas localizaciones sacadas de un ambiente puramente gótico, unos personajes a cada cual más lúgubre, un espléndido despliegue de folclore eslavo, unos crímenes brutales que asolan la ciudad y un contexto histórico cuanto poco desesperanzador supe que era de todo mi gusto, y la manera en la que se le da forma a la historia con todos sus recursos hacen de la lectura un perfecto viaje a las profundidades del ser humano.

20. Comodín: El cuervo (1994, Alex Proyas)

Como su propio nombre indica, en esta categoría puede entrar cualquier cosa, siempre que esté relacionada con el tema a tratar, por lo que no podía dejar de recomendar mi película favorita que también viene de perlas para esta época del año. Y es que su ambientación en la propia noche de Halloween, la Detroit a medio camino entre el noir, el look heredado del cómic, el gótico y el grunge; la lluvia que lo impregna todo, el irrefrenable deseo de venganza ante una tragedia y por sobre todas las cosas, una historia de amor que va más allá de la muerte convierten a esta cinta en algo muy especial que siempre consigue evocarme los mejores sentimientos reuniendo en un mismo sitio todo lo que me podría gustar de una historia llevada al formato audiovisual.

Eso sería todo, que poco no es. Solo me queda desearos que paséis un feliz Halloween, uno en que por encima de todo os divirtáis pasando un poco, algo o mucho miedo.