Es tradición para los amantes del séptimo arte, hacer una maratón de películas de terror durante el mes de octubre. Es la forma en la que los cinéfilos, rendimos homenaje a una celebración tan especial como lo es Halloween. Desde slashers noventeros, hasta lo que comúnmente se conoce hoy como «terror elevado». El terror es un género lo suficientemente amplio, como para contentar a quienes tengan un gusto más refinado. Pero ¿Qué hay de aquellas películas, que sin presentar los códigos de terror habituales, son igual o incluso más espeluznantes que los propios filmes del género? Aquellas películas que tras su visionado, no puedes parar de debatir contigo mismo que es lo que acabas de presenciar. En Halloween, también existe cabida para este tipo de películas, porque, al igual que los filmes de género, no hay nada más estimulante que un chute de adrenalina a mitad de la noche.
Es por ello, que os traigo 3 películas, que sin ser presentadas como historias de terror al uso, os aseguro que os pondrán la piel de gallina estas noches de Halloween. Espero que las disfrutéis.
Las habitaciones rojas (2022), cuenta la historia de Kelly-Anne, una joven modelo canadiense, que asiste al juicio del asesinato de 3 menores de edad a manos de un asesino que comete sus crímenes en la dark web. Durante los días que dura el juicio, Kelly-Anne investigará por su cuenta los horribles sucesos que acabaron con la vida de tres niñas inocentes. Sin darse cuenta, se sumergirá en una espiral de obsesión que podría acabar con su estabilidad mental.
La película de Pascale Plante, no dejará indiferente a nadie que la vea. Ya de por sí, la dark web, es un lugar escalofriante y lleno de secretos. El filme no juega a ser explícito con ello, al revés: utiliza el fuera de campo, para que tú, como espectador, no puedas evitar imaginar las escenas horribles que suceden en la película. Además, el guion de Plante, pone en evidencia una tendencia muy común que hemos presenciado en los últimos años, como son los fans o gropies de los asesinos en serie. Con una aire al cine de Fincher, y planos sacados de la sique de Michael Haneke, Las Habitaciones rojas dejará un poso perturbador a quien se atreva a sumergirse en este oscuro viaje digital.
El extraño (2023), es una película de suspense dirigida por Chloe Okuno y que supone su debut cinematográfico como directora de largometraje único. La película nos cuenta las vivencias de Julia, una exactriz que ha dejado la actuación y que recientemente se ha mudado con su novio Francis a Bucarest. Durante los primeros días de estancia, Julia sentirá la presencia de un hombre de carácter misterioso que parece seguirle a todas partes.
Con una clara influencia del maestro Alfred Hitchcock, Chloe Okuno construye un filme basado en el suspense y la paranoia que experimenta Julia, interpretada por una fantástica Maika Monroe. El uso del silencio, los planos medios y los efectos de sonido, están perfectamente medidos por la directora, para que durante el visionado, dudes sobre si realmente Julia está siendo seguida, o si es producto de su imaginación. En adición, el filme constituye una claro alegato a uno de los miedos más comunes que tienen las mujeres en la actualidad: el no poder volver a casa por la noche, sin pensar que alguien puede estar siguiéndoles con intenciones oscuras. Como último apunte a recalcar, el clímax del tercer acto, tiene uno de los planos más escalofriantes del cine reciente. Sin duda, una película con la que te podrás sentir identificada.
Mother´s Baby (2025), tuvo un estreno en el Festival de Sitges, que nos dejó impactados de grata manera a quienes no sabíamos de que trataba la película alemana de la directora Johanna Morder. Su premisa cuenta la historia de Julia y Georg, una pareja que, tras varios intentos fallidos para concebir a un hijo, deciden recurrir a un tratamiento experimental a cargo de una clínica privada. Su hijo nace, pero a los pocos segundos, es llevado de vuelta a la sala de operaciones debido a unas complicaciones durante el parto. Una vez el hijo vuelve a estar en manos de sus padres, Julia parece no acabar de conectar con él, llegándose a plantear si el bebé que tiene en casa, es realmente el hijo que ella ha concebido.
Johanna Morder, pone en evidencia uno de los problemas comunes que se suele presentar en el periodo postmaternidad: no reconocer a tu propio hijo. Esta pregunta (aterradora, por cierto) sirve como punto de partida para una película que, al igual que con El extraño (2023), ofrece una sensación de paranoia constante y dudas acerca de la verdadera naturalidad de un acto tan natural y humano, como lo es traer a la vida a un nuevo ser humano. La interpretación de Marie Leuenberger, es desgarradora, una mujer que lucha por construir un vínculo maternal que parece destruido desde el principio. El guion a cargo de Morder, expone otros conflictos relacionados con la maternidad, como las expectativas de ser madre/padre, la perdida de identidad, y los procesos tecnológicos relacionados con la reproducción asistida. Muy recomendable a quienes busquen ver una película, que les envuelva en una atmósfera siniestra, pero de tono más cotidiano.