Expediente Warren: El último rito

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Expediente Warren: El último rito, dirigida por el director Michael Chaves

Corría el año 2013 cuando James Wan, director de películas de terror icónicas como Saw (2004) o Dead Silence (2007), sorprendería a los fans del género y a la crítica especializada con su nuevo trabajo titulado Expediente Warren (2013). Filme que establecía como protagonistas a Ed y Lorraine Warren, una pareja de demonólogos (quienes existieron en la vida real), cuyos casos relacionados con el espiritismo y objetos malditos consiguieron llenar las salas de cine por más de 10 años. En 2025, tras el estreno de tres películas dentro de la saga, y múltiples spin-offs sobre artefactos u otros entes malignos del universo de los Warren, nos llega la última entrega de la saga, que supone el cierre para la historia de Ed y Lorraine. Como espectadores, surgen varias preguntas: ¿Estamos ante un final digno? ¿Existe una sobresaturación del cine de terror más comercial o blockbuster? ¿Continuará el universo de los Warren?

Tras varios años enfrentándose a múltiples casos paranormales, Ed y Lorraine Warren deciden tomarse un descanso y dedicarle tiempo a su familia. Sin embargo, cuando la presencia de unas entidades malignas amenace a una familia inocente, y a su propia hija Judy, la pareja de demonólogos deberá averiguar el origen de las fuerzas malvadas y enfrentarse a ellas.

Crítica del filme Expediente Warren: El último rito

En términos generales, Expediente Warren: El último rito, cierra de manera muy eficiente y satisfactoria el final del arco de los Warren. De hecho, podríamos encontrarnos ante la entrega más emocional de toda la saga. Una decisión interesante y que refleja bien este enfoque, es la de darle más protagonismo a Judy, la hija de Ed y Lorraine. Su presencia en el filme añade una capa familiar y más personal a la historia, que funciona de forma excelente en diversos puntos de la película, especialmente en el clímax de la misma. Mia Tomlinson comparte una gran química con el resto del reparto, especialmente con Vera Farmiga y Patrick Wilson, y en términos generales, se podría afirmar que se trata de la actriz revelación en este filme.

Otro elemento a destacar sería el apartado sonoro. Michael Chaves decide jugar con ritmos típicos de la época de los 80s en la que transcurre la historia, creando una playlist con canciones míticas de artistas internacionales de la talla de David Bowie, las cuales contribuyen a que la experiencia sea más inmersiva y enriquecedora para el espectador. Las secuencias que juegan con los momentos de más tensión dramática, son caracterizadas por el uso de técnicas auditivas como el paneo, utilizado para distribuir los efectos de sonido de un oído a otro. Sin embargo, no todo el apartado técnico de la película goza de un buen acabado. En algunas escenas, los efectos especiales no parecen del todo pulidos. Este fallo se observa en los propios jumpscares (sustos de toda la vida), los cuales recurren a un CGI constante que no termina de convencer. Además, los sustos se vuelven cada vez más predecibles a medida que avanza la historia.

Crítica de la película: Expediente Warren: El último rito

Aun con esos tropiezos técnicos, Chaves referencia a otras películas del género como la brillante Sinister (2012), de la cual se inspira para la grabación de escenas con cámaras de vídeo casera. Esta rima aporta una visual más escalofriante y perturbadora, regalándonos una de las mejores secuencias del filme, que podría funcionar perfectamente como un cortometraje de terror. Otro acierto que vale la pena resaltar es el diseño y maquillaje de los entes malignos. Su presencia es aterradora, e incluye elementos concretos que se diferencian de otros espíritus que ya hemos visto durante la saga.

En conclusión, Expediente Warren: El último rito, a pesar de contar con algunas propuestas novedosas dentro de la saga, no innova en el género al que pertenece. Tampoco parece querer hacerlo. Su principal virtud es jugar a lo de siempre, la misma fórmula que le ha funcionado durante más de una década en pantalla. Como espectador adicto al terror, uno se espera que, siendo esta la última entrega de la saga, busquen nuevos enfoques o cambios significativos a nivel formal. Pero, ¿Realmente hace falta? Si algo funciona y lleva gente a las salas, no tiene porqué ser alterado, y más cuando en la misma cartelera, tienes propuestas de género que sí buscan diferenciarse y mostrar nuevas fórmulas dentro del cine de terror. Hay espacio para distintas propuestas. De lo que podemos estar seguros, es que los Warren se despiden por la puerta grande, y quien sabe, puede que dentro de algunos años, volvamos a verlos resolviendo casos paranormales.

LA NOTA DE FILMFILICOS

EN POCAS PALABRAS

Expediente Warren: El último rito, funciona de manera satisfactoria como un final emotivo y personal para una saga que nos ha acompañado durante más de una década.

3,5
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Autor/a

MarcheFilmm (AKA Marcel Estellés)

Autobiografía: Graduado en Comunicación Audiovisual, Guionista (cuando se puede) y Creador de Contenido bajo el nombre de @marchefilmm. Siempre estoy en el cine. Frase: "Ayer vi una película, hoy veré una película, y mañana habré visto una película".

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