Berlinale 2024: La Hojarasca – Entrevista a Macu Machín
La cineasta canaria, Macu Machín hechiza con su primer largometraje híbrido entre ficción y documental, una oda a la naturaleza y al ser humano, especialmente a las vidas de su madre y dos de sus tías, quienes son las protagonistas del filme. En medio de un vasto entorno natural que les pertenece, las tres mujeres se reúnen después de 20 años para resolver el tema de la herencia de su familia. Entre risas, lágrimas, recuerdos y conversaciones sin terminar, esta cinta producida por El Viaje Films nos lleva de la mano por el misterio, la ternura, la nostalgia y el amor de hermanas.
Estrenada el pasado 16 de febrero en la sección Forum y dentro del marco de la Berlinale, tuve la oportunidad de entrevistar a Macu para Filmfilicos ese mismo día. En medio de periodistas, los nervios del estreno que se aproximaba y la energía vibrante de los festivales de cine, la cineasta nos explica el por qué pasó después de una amplia trayectoria en el cortometraje, a realizar su primer largo. Su explicación -y el hilo conductor de esta entrevista- se resume en una palabra: Tiempo.
Macu nos cuenta que “deseaba contar una historia íntima desde la fabulación, y para ello necesitaba un poco más de tiempo, quería hacer presente los tiempos de la tierra, además que los silencios para mí eran importantes, así que era natural necesitar de tiempo para hacer esta película”.
El pasado representado por la nostalgia y el recuerdo de otras épocas, el presente con la erupción de un volcán, y el futuro con la incertidumbre de qué pasara con la herencia, se conjugan dentro de maravillosas secuencias prácticamente de observación donde reina el silencio casi a manera de introspección de parte de cada uno de los personajes, como si mientras las acciones que hacen por separado se unen en ese silencio que comparten.
“Para mí el tiempo representa los ciclos de la vida”, indica Macu. “Son tres personas que si no resuelven los conflictos de la herencia en este momento, lo dejarán para otra generación, por ello la necesidad de resolverlo ahora. Quería jugar con eso”.
Por otro lado, entrando en el presente del que hablo, el volcán que erosiona fue realmente un suceso en el 2021 y sucedió en medio del rodaje en la región. “¿Por qué decidiste agregarlo a la historia?”, pregunto.
“Era natural. El volcán es un elemento de disrupción como lo es una herencia. Que transforma todo, que destruye, pero a la vez genera vida. Es el ciclo de la tierra. Lo que para mí era una metáfora de guion se había hecho presente”, nos explica la cineasta.
Hablamos también del guion como esqueleto, como guía de las secuencias, pero los diálogos eran completamente naturales. La directora propiciaba una situación y dejaba que las mujeres fluyeran con sus emociones. Lo que decían era propio de ellas. Los ensayos también eran filmados.
Una de las razones para hacer esta película, era volver a sus raíces. Macu vivió en diferentes ciudades con culturas distintas: Las Palmas, Buenos Aires y Cuba, y parte de su familia vive en Venezuela. “Estar tan lejos me creó un vacío, estos viajes y diferentes culturas me ayudaron a reflexionar sobre mi sentimiento de pertenencia, mi origen, mi familia, mis antepasados”.
La Hojarasca es el resultado de esta búsqueda aún en proceso y es que quedan muchas capas por pelar: “En todo esto descubrí que quiero seguir filmando en las huertas de mi familia y hacer cine en Canarias. Quiero hacer cine allí porque las historias que conozco y que me atraviesan son las que están ahí.”
Macu Machín desea continuar contando las historias perdidas y olvidadas de esas huertas, tan grandes y vastas como las interrogantes y las posibilidades de lo que ocurrió en aquellas tierras.
“Quiero seguir explorando esas memorias que no están contadas”, finaliza la directora.
La Hojarasca, Sección Forum, Berlinale 2024.