Bitelchús 2
Se está haciendo costumbre hacer secuelas de filmes que ya tienen 20 o 30 años, algo riesgoso pero que a Joseph Kosinski le salió bien con Top Gun Maverick y ahora a Tim Burton con Bitelchús 2.
Tras una inesperada tragedia familiar, tres generaciones de la familia Deetz regresan a Winter River. La vida de Lydia, todavía atormentada por Bitelchús, da un vuelco cuando su rebelde hija adolescente, Astrid, descubre la misteriosa maqueta de la ciudad en el desván y el portal al Más Allá se abre accidentalmente. Con los problemas que se avecinan en ambos reinos, es sólo cuestión de tiempo que alguien diga el nombre de Bitelchús tres veces y el travieso demonio regrese para desatar su propio caos.
Todo lo que sucede en pantalla es bien loco, el que vio la de los 80 sentirá la actualización sobre todo a niveles visuales pero al recién llegado le costará entrar en ese mundo Burtiano. Creo que es de los pocos directores que entiende realmente el concepto de cine fantástico y como hacer un cine comercial de autor.
Ciertamente a Bitelchús no le hacía falta un regreso, pero bajo su mirada y con parte del reparto original uno se va a divertir. La escena de stop motion, la banda sonora en la cual encontramos música de los Bee Gees, el uso del color y la cuarta pared son algunos de los elementos que hacen que esta nueva entrega tenga un sello original. No es usual ver en el cine demonios como este, cargados de humor negro, ridículos incluso y que al mismo tiempo conecten con el público, hay diálogos que son muy simpáticos.
Nuevamente Michael Keaton de protagonista junto a Winona Ryder, mayores ambos. Se incorpora Jenna Ortega salida de Wednesday pero solo en set y tenemos a la diva Monica Bellucci que al parecer será la nueva musa del realizador.
Bitelchús Bitelchús es un sí una secuela que funciona como un reloj y que dice mucho del estado actual de Tim Burton.