The Great Arch (L’Inconnu de la Grand Arche), nos cuenta una historia que pocos conocen. París se reconoce por sus hermosos monumentos: La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, la pirámide del Louvre, Notre Dame, y pare de contar. ¿Pero qué hay del Gran Arco? Ese arco que está perfectamente situado frente al Arco del Triunfo, al otro lado de París. Un monumento, que sin duda alguna contrasta completamente con los demás, siendo este un cubo, una figura geométrica blanca.
Esta película, distribuida por Le Pacte, cuenta la particular y especial historia que se esconde detrás de este monumento y más aún, de quién se esconde detrás, cuando el presidente de la República, François Mitterrand, lanza un concurso anónimo para construir esta obra. El ganador resulta ser Johan Otto von Spreckelsen, un arquitecto danés que hasta la época solo había construido cuatro iglesias y su propia casa.

Esta es una de mis películas favoritas de este año, sin duda alguna. Su director, el francés Stéphane Demoustier, logra conjugar el cine y la arquitectura exquisitamente, borrando las líneas que pudiesen dividir a estas dos artes: ”En la arquitectura existe la percepción del espacio y la percepción del tiempo, para un cineasta, estas son nociones extremadamente importantes”, dice el director. “La arquitectura posee una dimensión política porque se construye en una ciudad, y el arte es político también. Un edificio es la manifestación material de una idea, y el cine trata de representar eso”. Sublime.
En la terraza de Unifrance en Cannes, Stéphane nos cuenta que leyó un libro sobre este monumento y sobre el espacio en el que fue creado, lo que lo llevó a darse cuenta de que no sabía quién lo había construido, así como la mayoría de los franceses. Y esto fue lo que lo impulsó a investigar y a querer hacer una película, la cual se filmó en sólo 31 días.
Mi pregunta fue: “¿cuáles fueron los retos de logística y artísticos de filmar una película de tal magnitud en poco más de un mes?”. A lo cual contesta: “Hubo dos elementos muy difíciles, el primero, es que había que reconstruir la época, lo cual es bastante costoso. Y también era recrear el sitio de construcción del arco, lo cual se hizo con ayuda de los efectos especiales.”
A pesar de que la película tuvo un presupuesto razonable para una película independiente francesa, la idea era bastante ambiciosa, por lo cual tuvieron que buscar maneras para adaptar sus ideas tratando de no comprometerlas demasiado. Lo cual lograron hermosamente.
Stéphane nos habla de la creación de este personaje del cual no se tiene demasiada información, y quien es en sí, una figura misteriosa incluso en Dinamarca. El director nos habla de crear un personaje donde los hechos reales son los que se han investigado pero también se permite inventarle una historia. Es una mezcla de ficción y realidad muy interesante.
Con respecto al maravilloso casting, Xavier Dolan, pródigo cineasta canadiense, hace el rol de un burócrata francés con un perfecto acento. Un rol que Stéphane quería para él. Por otra parte el protagonista de esta historia además del mismo Arco, es el danés Claes Bang. El director habla sobre Bang: “Cuando lo conocí, me di cuenta de que es gigante, es altísimo, lo cual sirvió enormemente a la historia, ya que este arquitecto danés viene a Francia a trabajar y no consigue encajar realmente, así que el físico de Claes daba esa misma sensación, visualmente se percibe esa diferencia con el resto de la gente”.

A lo lejos, escucho una voz que me resulta demasiado familiar. Es el actor Claes Bang, protagonista de la película. No sabía que estaría dando entrevistas, así que pregunté rápidamente si podía entrevistarlo también. La versatilidad de ese hombre es impresionante, es un camaleón a quien admiro muchísimo porque además, la película es completamente en francés, y Claes no habla francés. Tuvimos la suerte de ser solo dos periodistas para entrevistarlo, lo cual hizo todo mucho más íntimo y el actor es simplemente adorable. Se siente tan bien cuando olvidas que estás en una entrevista y se convierte en una conversación a ratos graciosa, a otros ratos muy seria, pero siempre interesante. Y es lo que ocurrió en este caso.
Nos contó entre risas que se siente identificado con el personaje desde un punto de vista de trabajo, de querer hacer las cosas a su manera, como se lo ha propuesto, y como lo ve en su mente. También habla del personaje con una empatía muy sincera y muy especial: “Me siento muy triste porque me hubiese encantado que él estuviera allí y viera su obra, conmigo, o sin mí, pero allí”.
Como mencioné, Claes no habla francés, sólo aprendió el texto y su significado, lo cual es realmente sorprendente: “Me encantaría aprender francés de verdad. Me hubiese encantado hacer entrevistas en francés pero no puedo, sólo sé decir mi texto”, dice entre risas.
Conversamos mucho sobre el Arco en sí, lo que representa esa figura para Francia y Dinamarca, sobre los misterios que rodean a este personaje y la diferencia entre todos los personajes que interpreta este gran actor, quien no es ajeno al Festival de Cannes, ya que participo en la película The Square de Ruben Östlund, la cual gano la Palma de Oro en el 2017, y cuyo papel le valió el reconocimiento internacional.
Al finalizar la entrevista, tuve que decirle lo mucho que adoré su interpretación en Dracula, la miniserie de Netflix de 2020. Hay temas y personajes que a mí me tocan el alma, por lo que soy extremadamente crítica e inflexible. Drácula es uno de ellos y, es quizás, mi personaje favorito de todos los tiempos en la literatura y en el cine, y el hecho de que Bang lo interprete como lo hizo, hace que se gane mi total admiración, así que tenerlo allí, en frente de mí, teniendo una conversación tan agradable, en medio del Festival de Cannes, fue un honor y completamente surreal.
L’Inconnu de la Grande Arche participa en la sección de Un Certain Regard.
© Imagen de cabecera: Fotograma obtenido de la película «L’Inconnu de la Grande Arche»