Carrie (1976)
Carrie, de Brian de Palma, es la primera adaptación al cine de uno de los libros de Stephen King, que con el tiempo se han vuelto tan populares en la cinematografía. Es una historia sobre una adolescente aislada del resto por su particular manera de ser, tímida y con una madre que roza en la locura debido a su fanatismo religioso con el cual pretende criar a Carrie.
La sangre aparece como el elemento clave para la narración y visualmente se convierte en el arma más poderosa de la cinta, adoptando nuevos significados con el paso de la misma y dependiendo del personaje que trate este tema. Para su madre, la sangre simboliza la blasfemia. El paso de niña a mujer lo tacha como un pecado, ya que la sangre actúa como un llamado al sexo masculino para cupular. Carrie, dentro de su ignorancia, relaciona la sangre con su posible muerte y para las chicas de la escuela es sinónimo de burla.
La religión y la sangre son los elementos que nos contarán esta historia, los personajes actúan simplemente alrededor y en consecuencia de los mismos. La sensualidad que porta la escena donde Carrie descubre su primera regla, está cargada de una sensualidad evidente, pero ésta, a pesar de verse hermosa, no es la belleza femenina lo que simboliza, la sensualidad en este caso se mide como algo terrorífico, haciendo a su vez alusión a la religión cuando la escena se corta de manera violenta por los gritos de una Carrie asustada.
Estas vivencias hacen que Carrie descubra sus poderes o dones de telequinesis y con ellos buscará vengar a toda persona que la haya hecho sentir pequeña y vulnerable. La grandísima actuación de Sissy Spacek hace de Carrie uno de los personajes más espeluznantes que haya visto en el cine: con sus grandes ojos azules, casi sin pestañear, su delgada figura y su nariz tan particular, su largo cabello rubio y su piel pecosa hace que progresivamente vayas sintiendo horror con tan sólo verla iluminada bajo la luz de las velas, sin necesidad de hablar, simplemente mirando al vacío. Hay algo de Spacek joven que me recuerda a Elle Fanning, quien considero, hubiese sido perfecta para el remake de la cinta en el 2013, con Chloë Grace Moretz en el papel de Carrie y dirigida por Kimberly Peirce.
Carrie no sólo es capaz de manipular los objetos, sino que es capaz de manipular a los espectadores del film, haciéndonos sentir como ella quiere que nos sintamos. Llegamos a sentir pena por la chica, lástima por una niña que ha sido criada bajo el miedo al castigo y finalmente sentimos un terror helado que recorre nuestras venas y queremos de alguna manera, verla muerta.
Esta cinta es una de las pocas películas de terror que ha sido respaldada por la crítica y dos de sus actrices fueron nominadas a los Premios de la Academia en 1977: Sissy Spacek y Piper Laurie.
La película se caracteriza por la genial utilización de los planos para describir cada una de las emociones. De Palma, inspirado visualmente por Truffaut y Orson Welles, nos regala unas tomas fascinantes, unos primeros planos nítidos y sus contra picados son totalmente espeluznantes. La manera de grabar este film es lo que lo hace ser una joya del cine terror, porque hoy, 41 años después de su realización, sigue siendo aterrador.
De Palma regala al cine no sólo una de las mejores películas de este género, sino una de las imágenes más espeluznantes que hayamos visto en el cine, esa de Carrie bañada en sangre frente a las llamas de su propia ira, sin embargo, el horror no radica en esas imágenes tan poderosas, sino en la misma historia como tal, en el abuso constante que sufre la protagonista y la manera de expresarlo en su fría mirada. Es allí donde se encuentra lo que es realmente tenebroso. Una historia que ya ha sucedido, donde hemos visto que estudiantes asesinan a sus compañeros por haber sido blanco de sus burlas; es esa realidad lo que asusta. Después de todo, la realidad atemoriza más que la ficción.
El estilo sin duda, hitchcockiano de De Palma, nos ha abierto a un mundo de nuevas sensaciones, ya sea con sus cintas más aclamadas o las no tanto, De Palma nos regala una obra de arte que supera fácilmente todos sus fracasos y esa es Carrie.