Diez negritos (1945)
Una de las novelas más conocidas de Agatha Christie, y dentro del género de misterio en general, es sin duda Diez negritos publicada originalmente en el año 1939.
De ella se han realizado adaptaciones tanto teatrales com cinematográficas.
En 1945 se realizaba la primera de las versiones para el cine. Dirigida por René Clair e interpretada por Barry Fitzgerald y Judith Anderson, entre otros.
La acción es ampliamente conocida. Diez personas son invitadas a una casa situada en una isla. Una vez allí se daran cuenta de que forman parte involuntaria de un plan que pretende impartir justícia por crímenes que realizaron en el pasado y que quedaron sin castigo.
A poco que se siga el argumento original de la novela el resultado que se obtiene, a nivel de acción, es una interesante historia de misterio que mantiene en vilo al espectador hasta el final del relato. La versión de René Clair no es ninguna excepción, por lo tanto el producto que el reputado director francés nos ofrece es una atractiva historia de misterio bien entendido.
Pero si hay algo que en esta versión cabe destacar, argumento aparte, son algunas características técnicas que el realizador utiliza. Las miradas directas a cámara por parte de los protagonistas, en su presentación por ejemplo, implicando directamente al espectador en la historia o el uso que Clair hace de las luces y a las sombras. Éstas se convierten en parte activa de la narración de la película. Luces rápidas y angustiosas que presionan a los protagonistas a modo de cuestionario. Sombras envolventes, protectoras unas y amenazadoras otras. Un uso del sonido clave en algunos momentos de la película.
En resumen, Diez negritos es un interesante relato de misterio a la par que una interesante obra cinematográfica de muy fácil y acertada recomendación.