El instante más oscuro
Con seis nominaciones a los Premios Oscar 2018, la interpretación de Winston Churchill sobresale entre todas las demás representaciones que se han hecho del personaje, en la cinta de Joe Wright (Orgullo y Prejuicio), El instante más oscuro, con Gary Oldman como el carismático Primer Ministro.
Entre sus nominaciones se destacan Mejor Película y Mejor Actor, ambas muy acertadas, sólo que creo que se le rinde tributo más a la parte técnica que a cualquier otra cosa. Por ejemplo, a pesar de ser un film elegante por encima de todo, con una iluminación de ensueño y hermosos planos, la historia se torna lenta y repetitiva. Hay escenas simpáticas pero sacadas de todo contexto real, situaciones que nunca sucedieron y que le restan el carácter de ‘biopic’ a la cinta.
Sin duda alguna, estéticamente es preciosa. La forma es un deleite visual pero el fondo es plano. Relata la historia de una manera sosa, una historia que pudo ser contada de una manera mucho más interesante: Mayo de 1940, Churchill debe tomar la decisión entre negociar con Hitler o sacrificar a 400.000 soldados. Esta frase produce más emoción que las dos horas de la cinta. La historia se centra en el corto periodo que transcurre entre la toma de su puesto como Primer Ministro, reemplazando a Neville Chamberlain, hasta la evacuación de Dunkerque. Se ha tratado a la cinta como la contra parte del film de Christopher Nolan, Dunkerque, el cual también esta nominado a Mejor Película.
Por parte de la actuación, siendo una fanática enamorada de Gary Oldman, creo que sí se merece el Premio como Mejor Actor pero no sé si ha sido nominado por las razones que deberían tener mayor peso cuando se nomina en esta categoría, que Oldman, sin duda alguna nos ofrece a la perfección: gestos idénticos a los de Churchill, el cambio en su voz, su mirada, su determinación, su lenguaje corporal, en fin, Oldman es perfecto, pero la mayoría de las veces en las que hay una transformación física en el actor -así sea netamente maquillaje- éste recibe una nominación, a veces sin tomar realmente en cuenta la calidad de su actuación.
Para ello, existe la categoría de Mejor Maquillaje y Peinado, a la cual también esta nominado el film, la cual creo que tiene mucho más sentido, ya que cuando se escucha hablar del porqué de la nominación a Mejor Actor, pareciera que le dieran mayor peso al maquillaje que a la propia interpretación de Oldman. Y éste logro se lo debemos también aeste actor británico, quien tenía sólo una condición para interpretar a este a personaje: ser maquillado por el artista japonés Kazuhiro Tsuji, nominado en reiteradas ocasiones a los Premios de la Academia por sus efectos especiales en maquillaje, quien para Oldman, era el único que podría convertirlo en Winston Churchill. Y estaba tan convencido, que a pesar de que el artista ya está retirado, Oldman logró convencerlo para que trabajara una última vez en este film.
Gary Oldman le resta solemnidad a la cinta con ese humor so british que caracterizaba a Churchill y en el cual se apoya la película para hacerla un poco más agradable. Todas las luces recaen sobre el Primer Ministro y el resto de los personajes son simples sombras que juegan a servirle a su alrededor, personajes que debieron también ser nominados, como la increíble actuación de Kristin Scott Thomas, como la entregada esposa de Churchill o la sensible secretaria, Lily James, que se convertiría casi en su confidente a lo largo de este oscuro instante.
Llena de discursos, didáctica y sobria, con un camaleón que es capaz de transformase en absolutamente todo, pero con un relato lento y en general un poco decepcionante. Las películas sobre la Segunda Guerra Mundial siempre son fascinantes, pero El instante más oscuro, no creo que sea el mejor ejemplo. ¿Mejor película? No. ¿Mejor actor? Sin lugar a dudas.