El monstruo marino
Si bien con sus estrenos de películas originales Netflix tiende a ofrecer lo mejor y lo peor, lo cierto es que si uno echa un pequeño vistazo a sus propuestas de animación el balance tiende hacia lo positivo, aunque nuevamente con la avalancha de nuevo contenido cada semana este logro quede sepultado rápidamente. Por suerte, con la película de hoy, la tendencia positiva se mantiene y su temática hace que parezca una opción perfecta para sobrellevar las temperaturas veraniegas. Os hablo de El monstruo marino.
Numerosas son las leyendas y las hazañas que se han escrito sobre los cazadores marinos, quienes han protegido a la población de los temibles monstruos que viven en el mar y amenazan con perturbar la paz de los humanos. Uno de los cazadores más famosos es Jacob Hollander, quien verá como su mundo se pone patas arriba al ver que Maisie, una joven admiradora de los cazadores, se ha colado como polizona en su barco, por lo que no les quedará más remedio que emprender juntos un viaje que cambiará para siempre todo en lo que creían.
Resulta sencillo reconocer los ecos de películas de Disney y también de Dreamworks de aventura pura y dura como Vaiana (al fin y al cabo Chris Williams fue uno de sus directores), Brave por las raíces más celtas, la saga Piratas del Caribe o la infravalorada El planeta del tesoro por la temática marina y por el variopinto abanico de personajes que presenta la cinta, además de ciertos rasgos literarios similares a los del Capitán Acab de Moby Dick en personajes como el Capitán Crow y su cruzada personal. Y aunque las referencias resulten claras, uno de los puntos más positivos del filme es como se toma su tiempo en presentar a los personajes en sus respectivos entornos, sus inquietudes, sus objetivos y sus relaciones personales así como toda la mitología alrededor de los monstruos marinos manteniendo un sentido del ritmo impecable entre la aventura y la construcción de su mundo.
En teoría uno debería esperar en El monstruo marino una aventura para toda la familia a medida que la historia se va desenvolviendo. Sin embargo, entre su humor muy bien medido, las dosis justas de drama y esa intención exploradora de algo tan grande como es el océano, entre ingredientes en apariencia tan inocentes asoma un mensaje que tal vez se haya repetido en infinidad de ocasiones pero que nunca está de más recordarlo, y que es increíblemente loable para los más pequeños como para los adultos: la necesidad de experimentar las cosas por uno mismo y no dejar que las historias o lo que nos llega como información por según que soportes sea la única verdad incuestionable. Solo que a veces para llegar a plantearse esa duda y cuestionarse si todo lo que uno cree es tan cierto como lo pintan se necesita una pequeña influencia externa que uno no era capaz de imaginar, que es justo lo que les sucede a Jacob y Maisie en su travesía con resultado inmejorable.
Si es cuanto a la narrativa la cinta toma un camino conocido pero seguro y con ciertos dejes de personalidad, respecto al aspecto técnico resulta una gozada que no tiene nada que envidiar a grandes compañías ni estudios, pues el nivel de detallismo es asombroso. No solo por el aspecto de las texturas, los objetos, el navío del Capitán Crow o la propia agua, sino por los diseños de los personajes, donde cada uno está bien diferenciado del otro y cuyos rasgos ayudan a perfilar sus personalidades. Lo mismo sucede con los monstruos marinos, que si bien pueden recordar a otros ya vistos en otras películas de animación, el trabajo detrás de cada una de las criaturas destila creatividad.
Como contrapunto, se le puede echar en cara que aunque su narrativa esté bien medida y presente todo el vasto mundo con gran soltura, hay ocasiones en las que se siente que con un poco más de trabajo se habría respetado más la norma de mostrar antes que contar. Y que personalmente, El monstruo marino no se siente alargada de más, pero considero que un pequeño epílogo la habría beneficiado enormemente para poner un punto final más contundente. Pero estos pequeños apuntes no impiden que sea una cinta muy notable que sabe perfectamente lo que es y que es capaz de animar cualquier rato muerto.