RoboCop 2
Hace prácticamente un año os hablé de RoboCop (1987). Mucho tiempo, lo sé. Pero por unas cosas o por otras, no pude continuar con la trilogía. También os digo que recordaba vagamente que después de la primera, las siguientes entregas descendían en cuanto a calidad. En cualquier caso quería revisionarlas y, de paso, hablaros aquí de lo que me ha parecido. Allá voy pues con RoboCop 2, después de un breve resumen de la trama.
Una nueva droga ha llegado a las calles de Detroit. Se llama Nuke, y ha disparado la actividad criminal en muchos barrios. Esto además ha coincidido con una huelga policial en la que el cuerpo demanda mejores sueldos e indemnizaciones. Pero RoboCop (interpretado por Peter Weller) no ha hecho un alto en su servicio e intenta infructuosamente detener a los traficantes de Nuke. Ante la caótica situación resultante, Omni Consumer Products se ha hecho cargo de las deudas del ayuntamiento embargando a este y ha decidido de paso lanzar el proyecto RoboCop 2. ¿Propiciará esto que el policía cibernético original quede obsoleto?
Aunque los diseños de producción y vestuario siguen siendo un verdadero despliegue técnico, otros aspectos de la parte gráfica se han visto resentidos en esta secuela. Donde más se nota esto es en los efectos especiales, pues son bastante mediocres para la época en que fue concebida, 1990. La banda sonora también la veo algo inferior a la de la primera entrega. Tampoco me malinterpretéis, es muy parecida, pero no acabo de ver la grandeza de aquella en ésta.
En el elenco repiten muchas caras de la primera que vuelven a interpretar de manera espectacular, y se añaden otras como Belinda Bauer, Gabriel Damon, Galyn Görg y Tom Noonan entre otros. El director esta vez es Irvin Kershner, quien se apoya en el guion de Walon Green y Frank Miller.
De hecho se nota muchísimo la mano de Miller en esta película. Los que estamos acostumbrados a sus cómics sabemos detectar aquí conceptos que ha usado en ellos. Pese al resultado en principio bueno, parece que con esta cinta no acabó demasiado contento y acabo alejándose de los guiones cinematográficos para siempre. Que no de los cameos, como el que por supuesto también realiza en esta producción.
Pero centrándome un poco en el tono general de la película, se mueve en la línea que ya marcó su antecesora. A los temas tan tristemente reales (y aun actuales) como la manipulación de los medios de información y la corrupción política habría que añadirle el impacto de las drogas en la sociedad, concretamente en los barrios más austeros. Aunque he de decir que encuentro esta más distópica si cabe, lo cual dio lugar una ambientación todavía más característica.
En definitiva, RoboCop 2 es una secuela que lleva más allá esa denuncia social disfrazada de futuro cercano (en su momento), pero que lamentablemente no acaba de estar a la altura de la primera entrega. Aunque, si no recuerdo mal, creo que la tercera empeoraría aun más, pero como se suele decir, eso es una historia para otro momento.
Todos enloquecen. Robots con problemas emocionales…¡eso no son robots!
