La última película que me toca comentar en este especial del Oscar 2025 del blog es, coincidentemente, la última de las 10 nominadas a Mejor Película este año que me faltaba ver. Se trata de Nickel Boys (2024) primer largometraje en ficción del director RaMell Ross, que estuvo nominado al Oscar hace unos años por el documental Hale County (2018). En ambas cintas, hay un interés por la experiencia afroamericana en Estados Unidos.
Nickel Boys podría ser traducido al español como “los chicos de Nickel”. En la cinta, Nickel era una reformatorio juvenil en el estado de Florida, donde se cometieron una serie de abusos contra muchachos afroamericanos y latinos. Sin embargo, Nickel Boys no es una película tradicional en la forma de abordar estos horrores, su estilo narrativo no es linear y mucho menos estructurado en la forma clásica.
Desde el inicio, las imágenes que nos rodean se concentran en lo simbólico, retratos de la naturaleza, capturas de detalles específicos que en un plano regular podrían pasar desapercibidos. Hay mucha influencia de la reciente filmografía de Terrence Malick (El Árbol de la Vida o Vida Oculta) en tanto se usan las imágenes como pinceladas de poesía o insinuaciones al mensaje de fondo. Y el mensaje de fondo es desgarrador, puesto que la naturalidad de estas escenas nos termina conduciendo a una historia de abuso, de sometimiento racial, de injusticia y también de humanidad y amistad frente a la adversidad.
El punto más importante de Nickel Boys es su punto de vista. La película está contada desde los ojos de sus dos protagonistas, Elwood y Turner, con todas las imágenes grabadas como si estuvieran siendo observadas, alternadamente, por ambos. La cámara es invasiva y la sensación que se genera es de asfixia como la de los chicos encerrados en estas paredes donde el tiempo es una condena. Mientras veía la película, me recordaba a El Hijo de Saúl (2016), otra cinta en la cual la cámara se convierte en testigo de la mirada de quien cuenta la historia en situaciones dolorosas.
Nickel Boys es una película artística y probablemente no para el gusto de todo el mundo. Es, además, una cinta difícil y en su último acto con tintes surrealistas. Sorprende que la Academia la haya incluido en su lista de nominadas a Mejor Película, puesto que no es la típica película de Hollywood pero habla bien del cambio de gustos por parte de los votantes que siguen apostando por títulos innovadores.
El mensaje final de Nickel Boys, luego de entender que se trata de una historia real basada en el reformatorio Doziel School, es que la vida para algunas personas valía poco. (Nickel es el valor de 5 centavos de dólar).