Hoy os vengo a hablar del precursor del cine de terror de cámara en mano. El proyecto de la bruja de Blair, de 1999.
Sinopsis de El proyecto de la bruja de Blair
El 21 de octubre de 1994, Heather Donahue, Josh Leonard y Michael Williams entraron en un bosque de Maryland para rodar un documental sobre una leyenda local, «La bruja de Blair». No se volvió a saber de ellos. Un año después, fue encontrada la cámara con la que rodaron, que mostraba los terroríficos hechos que dieron lugar a su desaparición.
Esta película fue escrita y dirigida por Daniel Myrick y Eduardi Sánchez en 1999.
Reseña de El proyecto de la bruja de Blair.
Finales de los años noventa. Por aquel entonces, el género de «metraje encontrado» (found footage) no existía. Por lo que en el estreno de esta película, la gente decía que había sido rodada como si fuera real. Según sus creadores quienes escribieron y dirigieron (más o menos) la película, esta era, en efecto, la mejor manera de contar la historia y como habían imagindao que debía ser consumida.
Lo que funciona -en mi opinión- es ver la película en casa. Todo tiene que ver con la suspensión de la incredulidad; la capacidad de creer que algo que sabes que es ficticio, es real. Es más fácil lograr eso cuando no estás en un edificio hecho para mostrarte cosas que no existen (el cine), ni rodeado de cientos de personas comiendo palomitas. El proyecto de la bruja de Blair demostró que podías hacer un clásico con poco presupuesto.

Si no la has visto, primero déjame preguntarte: ¿a qué esperas? Aparte de algunas entrevistas al principio con actores y extraños, Heather, Josh y Mike son los únicos personajes en pantalla. La mayoría del tiempo estuvieron improvisando en personaje, siguiendo puntos clave, indicaciones y pequeñas trampas que les tendían los directores.
Las películas de metraje encontrado posteriores tienden a romper sus propias reglas por el efecto cinematográfico, pero aquí realmente ellos graban todo. Al principio iba a ser un falso documental sobre su desaparición, pero tras revisar la cinta, los directores se dieron cuenta de que podían prescindir del marco y simplemente mostrar el metraje.
No sorprende al ver las actuaciones. A diferencia de mucha «basura» que vino después, El proyecto de la bruja de Blair tiene grandes personajes: Josh, relajado; Heather, intensa; y Mike, que solo hace su trabajo… hasta que deja de hacerlo. Forman un triángulo dramático perfecto. A medida que se van desmoronando en el bosque, todo se vuelve inquietantemente creíble de una forma que pocas películas guionadas logran.
El final me encanta. Es de los más devastadores del cine de terror, pero sutil: parpadeas y te lo pierdes. Cuanto más piensas en las entrevistas del principio, más escalofriante se vuelve. Una película donde tres personas gritan todo el tiempo, es asombrosamente delicada. Me alegró saber que la escena de la madre y el bebé fue espontánea. Para mí fue de lo mejor del filme, incluso antes de que se adentren en el bosque.
El proyecto de la bruja de Blair siempre ha sido una película divisiva: o la encuentras terrorífica, o la encuentras aburrida (aunque los números de taquilla dudan de lo segundo). Y como dato final, decir que hubo un capítulo de Scooby-Doo, que fue un especial de halloween que parodió esta película. Fue bastante distinto a lo normal porque mezclaron animación con la vida real. Lo podéis encontrar en YouTube como The Scooby Doo Project.












