El Regalo
Cuando vas a ver una película, normalmente uno tiene una serie de espectativas de lo que pueden ofrecerte. A veces se cumple, en otras ocasiones son incluso mejor de lo que esperabas o por el contrario, puede ser totalmente distinto a lo que esperabas ver, para bien o para mal. En este caso, no había visto ningún trailer o spot y no tenía mucha idea de lo que podía esperar de El Regalo, solo que había obtenido muy buenas críticas y que ganó a mejor interpretación masculina en el Festival de Sitges.
Simon y Robyn son un matrimonio que acaba de mudarse a Los Angeles. Un día, mientras están de compras, se encontrarán con Gordon, un antiguo compañero de colegio de Simon. A partir de ahí, Gordon empezará a enviarles regalos a la pareja y a hacerles visitas en casa.
Dicho así podría parecer el telefilm que te ponen en Antena 3 los fines de semana después de comer. Pero desde luego no te va a dejar indiferente. Si bien es cierto que desde mi punto de mi vista le cuesta arrancar hasta que la trama empieza a ponerse interesante, aproximadamente una media hora hasta que se vuelve más intrigante, pero desde que casi al principio aparece Gordon, interpretado por Joel Edgerton te invade en el cuerpo una sensación de mal rollo que no hace más que crecer a medida que avanza el metraje.
Los actores cumplen con lo que se les da. Me ha sorprendido mucho ver a Jason Bateman aquí con un registro más dramático cuando estaba acostumbrada a verle en papeles mucho más cómicos. Rebecca Hall como su mujer logra transmitir tanto con la mirada, con pequeños gestos y con la voz, y como ya he mencionado, el director, guionista y aquí también actor, Joel Edgerton con ese personaje tan malrollero. También una mención especial a Allison Tolman, cuyas breves apariciones dan un toque de humanidad, a veces necesario para poder volver a respirar.
Entre sus virtudes también destaca es que aquí no hay ninguna trampa. El film es muy detallista con su fotografía y con su tono, sobrio pero no transmite calma. Y todo lo que salga, por muy pequeño o insignificante que creas que es, al final volverá para dejar a más de uno con la boca abierta. Pero sin entrar en spoilers, la gran baza de la película es su final: impredecible pero completamente coherente con lo que nos han mostrado, y que después de verlo se quedará en tu cabeza, pensándolo y haciéndote alguna que otra pregunta. Porque, ¿quién sabe con qué persona nos volveremos a encontrar en un futuro? ¿hasta qué punto podemos afectar tanto a la vida de una persona? ¿cuáles serían las consecuencias?
“Tú has olvidado el pasado, pero el pasado no te olvida”.
Como consejo, no veáis trailers ni mucho material promocional, dejaos sorprender, para bien o para mal con este debut en la dirección de Joel Edgerton y juzgad vosotros mismos. Y si podéis, aprovechad y vedla en el cine.