El Visitante
No sé si sean los rezagos de la pandemia, si sea la edad o que el mundo se ha vuelto muy caótico, pero siento que cada vez es más común escuchar que un plan perfecto para un día de descanso es manta, comida en casa y horas y horas de películas o series. Aunque en mi caso disfruto más las películas que las series, no puedo negar que me he hecho fan de más de una y la serie de la que les vengo a hablar el día de hoy me parece una joyita que, hasta hace un par de semanas, me resultaba absolutamente desconocida porque justamente no se destaca por su popularidad; se trata de “El Visitante (2020), basada en la novela homónima de Stephen King, que mezcla el género de misterio con el de horror sobrenatural.
La historia comienza con el brutal asesinato de un niño en una pequeña ciudad, donde todas las pruebas y testigos señalan a Terry Maitland (Jason Bateman), un respetado maestro de la escuela, como el culpable del siniestro crimen. Sin embargo, (y aquí empieza lo bueno) el detective Ralph Anderson (Ben Mendelsohn) comienza a verse abrumado debido a que la defensa representada por Howie Gold (Bill Camp) presenta, al mismo tiempo pruebas irrefutables de la inocencia del acusado quien, en principio, se encontraba a kilómetros de distancia del asesinato. El toque sobrenatural, surge con la llegada de Holly Gibney (Cynthia Erivo) y sus habilidades especiales para ver más allá de lo que la mayoría puede ver.
La premisa por sí misma te engancha desde el inicio y te orilla a generarte mil hipótesis que expliquen lo que estás viendo al grado de obsesionarte con el tema por un buen rato. Lo mejor, es que al final te sacuden con un giro a lo Shyamalan, de lo más perturbador.
“El Visitante” explora la interacción entre lo real y lo sobrenatural, cuestionando la naturaleza de la justicia y la realidad. Los personajes están bien desarrollados, con una narrativa que profundiza en sus motivaciones, miedos y dilemas personales. El protagonista, Ralph Anderson, enfrenta un conflicto interno significativo al intentar reconciliar la evidencia tangible con los fenómenos inexplicables que sí o sí te obligan a involucrarte en cada una de las historias.
Además, esta serie maneja una atmósfera inquietante y sombría, utilizando el suspense y el terror psicológico de manera efectiva. Y es lo que más me gusta, pese a no perder para nada la esencia de Stephen King, se mete en cosas que rozan lo Lovecraftiano y te deja una tensión genial porque pasas un buen rato sin saber qué pasa, como si se tratara de una bola de estambre que se va desenrollando poco a poco, sin dejar de acaparar la atención porque la promesa de una recompensa final es permanente. Y sí que lo vale.
En resumen, “El Visitante” destaca por su habilidad para fusionar lo criminal con lo sobrenatural, ofreciendo una experiencia inquietante y absorbente. Se puede ver en Max (HBO) y son sólo 10 episodios que no decepcionan.