First Man (El primer hombre)
Desde 2014, el nombre de Damien Chazelle ha estado muy presente en la temporada de premios con las películas que presentaba como podían ser Whiplash y La La Land. Tras dos cintas con un componente musical como gran atractivo, el joven director estadounidense se ha embarcado en un proyecto radicalmente distinto a lo que había ofrecido, pero con un resultado que se queda a medio gas.
Basada en el libro homónimo y biográfico de James R. Hansen, narra la historia de la carrera espacial entre los años 1961 y 1969 centrándose en la figura de Neil Armstrong y su preparación hasta llegar a ser el primer hombre en pisar la luna.
He de ser sincera y admitir que los llamados biopics no son una clase de películas que despierten mi interés, aunque que si la figura, el suceso o el contexto histórico en cuestión está tratado de una forma interesante o si de trata de algo especialmente llamativo puede funcionar. La carrera espacial en los años 60 puede ser uno de esos acontecimientos que con un enfoque adecuado podría resultar toda una proeza. Lástima que en este caso quede un filme con potencial desaprovechado.
Reconozco que su apartado técnico está muy cuidado, algo en lo que parecen coincidir los académicos con algunas de sus nominaciones: El sonido y el montaje de sonido consiguen ser envolventes y altamente inmersivos con toda la maquinaria de la NASA; la fotografía tiene como virtudes que cuesta imaginar donde se ha colocado la cámara, por lo que transmite al espectador esa sensación de estar en una minúscula cápsula espacial y una banda sonora que engrandece las imágenes que aparecen en pantalla. De hecho, también hay algún que otro momento con música diegética que le da algo más de personalidad a la película y donde más se podría rascar el impacto de que Chazelle esté en la dirección.
Por desgracia, sus grandes logros técnicos quedan solo en eso, pues respecto a la historia no tiene mucho que comentar. Entiendo que en el ámbito narrativo prefieran centrarse en la historia más profesional de Armstrong y dejen la vida personal del famoso astronauta en un segundo, o incluso tercer plano. Pero queda la sensación de que en el ámbito familiar podrían haber contado un conflicto mucho más potente de lo que dejan ver, o que podrían haber hallado un equilibrio mejor entre la vida laboral y la vida familiar. Ni siquiera la trama en los pasillos de la NASA resulta especialmente interesante o estimulante. Para contar algo que no termina de resultar atractivo en vez de hacerlo tan cuadriculado podrían haber hecho como en Bohemian Rhapsody, que esalterar un poco el orden de los hechos o hacerlo más espectacular.
En cuanto a los actores, quiero creer que las actuaciones se deben a que el texto como ya he mencionado no es especialmente interesante y que se centra más en los hechos que en los personajes. Pese a que Ryan Gosling y Claire Foy han demostrado que son dos personas muy competentes para llevar el peso de una cinta sobre sus hombros, aquí se limitan a un trabajo correcto, pero que tampoco deja margen para grandilocuencias. En el caso de Ryan Gosling desconozco hasta que punto Armstrong fuese tan frío como lo representan aquí, y en de Claire Foy da rabia que solo tenga una escena donde pueda lucirse más y no esté relegada a ser “la mujer de”.
Tal vez en un año diferente esta película podría haber arrasado en cuanto a nominaciones. Se puede apreciar el hecho de que Chazelle haya querido salirse del estilo que le ha caracterizado hasta ahora, pero visto lo visto, quizás debería volver a su camino y alejarse de los convencionalismos.