Fruitvale Station
A nadie le sorprende que cada día desde Estados Unidos nos lleguen casos de disturbios raciales. Allí es el pan de cada día y en cierta forma, nos hemos inmunizado a las noticias de este tipo. Pero, ¿seguiríamos así si nos mostrasen de primera mano uno de estos casos? ¿Seguirían pareciéndonos algo que solo sucede allí?
31 de octubre de 2008. Seguimos la vida de Oscar Grant, un chico afroamericano de 22 años. En las últimas horas de este día, sin pretenderlo se verá envuelto en una gran discusión. Ahí intervendrá la policía y habrá graves consecuencias.
Es un resumen de la película muy breve, pero es lo que se puede decir sin contar el final. Ryan Coogler, quien el año pasado nos trajo la excelente Creed: La leyenda de Rocky, está al cargo de la dirección y del guión de esta cinta, que fue su primer largometraje, y ya apuntaba maneras. No en vano ganó a mejor película y el premio del público en Sundance en el año 2013.
Es increíble como está filmada. Me refiero a que la primera hora de la cinta parece como si todas las imágenes realmente las estuvieses viviendo, de una forma tan realista que casi da miedo. Quizá esta cotidianidad también sea un arma de doble filo, ya que en todo ese tiempo ves a unas personas corrientes hacer sus actividades diarias y hay un ritmo más pausado. Sin embargo, la verdadera bomba llega pasada la hora del film, y cuando digo bomba, me refiero tanto para la historia como para el espectador. De esta forma cuando acabas solo sientes rabia, impotencia, y quizás miedo, porque sabes que es una historia real y que hay infinitos casos parecidos.
Me ha sorprendido ver un pequeño cambio de registro en Michael B. Jordan. Estaba muy acostumbrada a verle como el chico popular/malote, y a pesar de que su personaje si tiene algo de eso, al final del día es un chico común y corriente que solo quiere lo mejor para su familia, sin importar qué y facilitando el hecho de que se pueda empatizar con él. En los últimos minutos de la película ha llegado ha impresionarme y ha dejado claro que es muy buen actor. Octavia Spencer está bastante más sutil de lo que esperaba, por lo que se adapta al tono de la cinta perfectamente. Destacar también a Melonie Diaz como la pareja de Oscar, que tiene varios momentos para lucirse y su actuación es muy natural pero también valiente. Gran parte de la baza emocional es gracias a ellos y a los que hacen de policías.
Además de su ritmo irregular, como defecto también diría que es un poco manipuladora en lo relacionado con la familia. Pero lo respeto, porque al fin y al cabo, ¿no es lo que hace el cine con nosotros? ¿Darnos una visión particular? El autor del producto nos lleva hasta su terreno y nos muestra algo que quiere que veamos como él lo ve. Incluso los mejores documentales lo hacen. Para mí Ryan Coogler se ha convertido en un autor con todas las letras de la palabra tras sus dos notables largometrajes. Qué ganas tengo de ver lo que hace con Black Panther en Marvel.