Godzilla y Kong: El nuevo imperio
Vamos a partir de esta premisa: “Nunca mezcles monstruos, siempre saldrá mal”. Adam Wingard dirige la nueva y desastrosa propuesta de Legendary Pictures Godzilla y Kong: El nuevo imperio una cinta sin precedentes en materia de ridiculez.
Una aventura cinematográfica completamente nueva, que enfrentará al todopoderoso Kong y al temible Godzilla contra una colosal amenaza desconocida escondida dentro de nuestro mundo. La nueva y épica película profundiza en las historias de estos titanes, sus orígenes y los misterios de Isla Calavera y más allá, mientras descubre la batalla mítica que ayudó a forjar a estos seres extraordinarios y los unió a la humanidad para siempre.
El MonsterVerse se iniciaba en el 2014 con Gareth Edwards, luego vino Jordan Vogt-Roberts y Michael Dougherty, incluso hasta una serie de Apple TV+ bastante sosa.
No entiendo para que 2 horas si el guión está apenas trabajado, si no hay conflictos, ni psicología de personajes, todo ocurre de forma chapucera. Su recaudación en taquilla ha sido de 2 mil millones de dólares, algo asombroso para lo que es el producto final.
La japonesa de Takashi Yamazaki ganadora del Oscar a mejores efectos visuales está claro que no va para obra maestra pero definitivamente es mejor.
Es la segunda vez que Wingard dirige algo de la bestia, su trayectoria detrás de cámara con The Guest, V/H/S/2 o The ABCs of Death no daban confianza. Hay escenas que realmente valen varios Razzies: el diente del simio, la destrucción de las ciudades por Godzilla, todo es épico, pero nefasto.
De protagonistas Rebecca Hall, Kaylee Hottle y Dan Stevens, Hall no tiene necesidad de manchar su carrera de esta manera.
Para colmo, creo que se viene una secuela de Godzilla y Kong: El nuevo imperio y seguro se superarán negativamente.