iBoy
Era raro en Netflix que, con todo el plantel de películas (si, no todo son series) que suele producir, no hubiera alguna de superheroes. Eso más o menos se ha arreglado, por decirlo de alguna manera, con iBoy. He aquí la propuesta que nos traen.
Ya desde su trailer tuve dudas, pero soy de esas personas que le doy una oportunidad a todo, por lo que pueda pasar. Así, sin divagar más, aquí os hago un breve resumen.
Tom (interpretado por Bill Milner) es un chico que vive con su abuela (Miranda Richardson) en un barrio de dudosa reputación de Londres. Un día, mientras iba a casa de su amiga Lucy (Maisie Williams) para estudiar, descubre que unos encapuchados han irrumpido en casa de esta. Tom al encontrarse semejante situación sale corriendo pero estos asaltantes disparan y consiguen alcanzarle. Al despertar en el hospital después de una semana, le comunican que está aparentemente fuera de peligro pero en el ataque se le incrustaron fragmentos de su móvil en el cerebro.
Poco a poco se va dando cuenta que este accidente le ha conferido ciertos poderes electrónicos. Ahora tendrá que aprender usarlos para defender en este peligroso barrio a sus seres queridos, y llegar hasta el verdadero culpable del asalto a su amiga.
Visualmente no nos encontramos ante algo necesariamente malo, ya que la plataforma de streaming tiene muy buenos recursos a disposición de sus directores. Pero también es verdad que no es nada fuera de lo común, simplemente cumple acorde con lo que la trama ofrece. En el apartado sonoro tenemos algún tema bastante actual (al menos lo que es de actualidad en el Reino Unido), el resto de melodías son aceptables sin llegar a despuntar. El reparto de actores es algo amplio pero la atención se centra sobretodo en Bill Milner y Maisie Williams y la relación de sus personajes. El resto del elenco es bueno, pero la razón de no mencionarlos es que no quisiera destriparos nada de la trama. Y en cuanto al director, que es Adam Randall, ha sabio contarnos con bastante acierto lo que es vivir en cierto barrios de por allí, mezclandolo con elementos de ficticios, claro.
Llegados a este punto podréis pensar que debe de ser una película algo aceptable, pero eso es algo discutible. Ya que lo que puede emponzoñar unos diálogos bastante buenos, junto (como he dicho un poco más arriba) una evolución entre los dos actores principales, es la falta de información. Así es. No se que se creerán cierto guionistas o cargos similares, pero de entre lo increíble que pueden llegar a ser los superpoderes, dudo que se te incruste un móvil en el cráneo te de control total sobre cuantos electrodomésticos y demás aparatos electrónicos te rodean. De verdad que he leído cosas raras, pero no se aprende artes marciales solo con acceder a los datos fácil porque eres una Wikipedia andante (aunque igual en Matrix si).
En definitiva, en principio parecía una propuesta interesante, pero el alejarse tantísimo de la realidad y a la vez querer ser tan mundana fue algo que empeoró sobremanera el resultado final. Y a los usuarios del Samsung Galaxy Note 7 les aconsejo que vayan con cuidado y no se crean esto. Porque lo que te pasa si te explota un móvil cerca de la cabeza es que te vuelas la oreja. No hay más.
Nadie está enfadado contigo por no ser un héroe.