La señal
Tanto si eres una persona a la que le gusta el cine como si no, estoy convencida de que todos tenemos una lista de películas pendientes por ver, que dependiendo de cada uno, puede ser más o menos extensa. La tarea de ir reduciendo los títulos que contiene la lista está ahí, y hoy me ha tocado por fin ver una cinta que llevaba en dicha lista durante un tiempo. Estoy hablando de La señal.
Nic, su novia Haley y su amigo Jonah se embarcan en un viaje por carretera para conocer cara a cara a un hacker con el que han estado en permanente contacto. Del mismo modo, dicho hacker también siente cierta curiosidad por el grupo de chicos. Pero cuando Nic, Haley y Jonah llegan a la dirección indicada, comienzan a suceder cosas extrañas.
Necesito sincerarme: Tenía puestas mis esperanzas con este film. Tenía en mente que lo que me iba a encontrar era una mezcla de algunos de los géneros que más me gustan como son el suspense, la ciencia ficción o el terror. Y esa hibridación de géneros por supuesto que está, pero no con un buen resultado, o al menos no con un resultado que me haya agradado. También creía que se trataba de una historia en la que era mejor aventurarse sin saber demasiado de la misma, algo que también es cierto. Lo negativo se da cuando a medida que más se va sabiendo de la cinta, se producen más preguntas cuyas respuestas nunca llegan, y no me refiero a que haya que darlo todo de forma evidente, solo de forma coherente y verosímil, dos aspectos que en mi opinión personal se van diluyendo a lo largo de la película.
El ritmo extremadamente pausado no le hace ningún favor a la trama. Entiendo que se trate de una cinta independiente donde su guionista y director tiene toda la libertad que se puede permitir y que el presupuesto es ajustado, aunque no es excusa para contar la historia de una forma tan lenta. Por el contrario, debo admitir que el suspense se maneja muy bien durante todo el metraje, de modo que consigue que el espectador se interese por saber qué destino les depara a los personajes principales. El suspense junto con el comportamiento tan extraño de ciertas personas da un aire malrollero muy interesante que no pude evitar que me recordase a Calle Cloverfield 10.
Si a estos dos elementos se le añaden la increíble fotografía en la que se puede apreciar una amplia variedad de colores, el hipnótico y fascinante diseño de producción tanto de interiores como de exteriores, los muy logrados efectos especiales, ciertos guiños a otras películas como uno muy claro a El Proyecto de la Bruja de la Blair y las interpretaciones de Brenton Thwaites como Nic y la del personaje de Laurence Fishburne, tendríamos los aspectos que sí me han gustado del film. Lamentablemente, son pocos en comparación con los aspectos negativos.
Los avances en la trama son frustrantes. Cuando parece que la historia va a ir por ciertos caminos opta por ir por otros derroteros, abriendo más preguntas que nunca contesta, creando una bola de nieve de preguntas sin ninguna respuesta. Del mismo modo, los derroteros por los que va son todos los clichés de la ciencia ficción, absolutamente todos. Hubiese sido mejor que tan solo se hubiesen centrado en un elemento característico del género, o dos como mucho, y hacerlo bien en lugar de abarcar mucho y mal. Pero bueno, algún desliz en el guión puede pasarse por alto si los personajes son lo suficientemente carismáticos o si se tiene un cierto grado de empatía con ellos. Esto tampoco se da, de hecho, los constantes flashbacks se acaban volviendo muy exasperantes, innecesarios y no construyen una relación estrecha entre los protagonistas con los espectadores.
Para rematar, su final da la impresión de ser más un principio para algo nuevo que un cierre. Y en lo personal, no pude evitar que me recordase a cierta película de ciencia ficción cyberpunk de 1998 que no me gustó nada y que no voy a nombrar porque podría ser considerada spoiler. Pese a todo lo expuesto aquí, la cinta me gustó un poco más en el momento que la estaba viendo, solo que una vez finalizada se empezó a caer a pedazos irremediablemente, dejándome cierto regusto amargo.