Los años bárbaros la vi porque me la recomendaron, que es el motivo por el que veo cine últimamente. Y además en esta ocasión dieron en el clavo, porque me gustó mucho.
Gran parte es gracias a los dos protagonistas, Jordi Mollà y Ernesto Alterio que lo hacen genial y llenan la pantalla con toda esa química que desprenden. Éstos, interpretan a dos estudiantes que, tras ser encarcelados durante la época del franquismo por hacer unas pintadas, huyen del escorial. Toda la historia, que transcurre en clave cómica, está basada en hechos reales y aunque trata temas delicados lo hace de forma tan liviana que no te da tiempo ni a emocionarte, por lo que no esperéis un drama de la guerra civil, tan reiterados en el cine patrio.
Aunque quizá peque de poco realista a mi, al menos, Los años bárbaros terminó gustándome mucho con carcajadas incluidas, que nunca vienen mal… y mas ahora que parece que no estamos tan lejos de volver a esos tiempos tan grises…
