Mil veces buenas noches
Mil veces buenas noches es el cuarto largometraje del director noruego Erik Poppe quien, aunque cinematográficamente no sea demasiado prolífico, no es así en el caso de la publicidad y de los vídeos musicales, terrenos en los que goza de gran éxito.
Rebecca (Juliette Binoche) es fotógrafa, madre y esposa. Tres terrenos difíciles de combinar teniendo en cuenta que gran parte de su trabajo se desarrolla en terrenos bélicos y conflictivos. En su último viaje resulta herida de gravedad mientras estaba dando cobertura a un atentado, hecho que provocará que toda su familia, y ella misma, deba replantearse su peligroso modo de vida.
Los inicios como fotógrafo de prensa del director noruego dejan marca en toda la película. Claramente en la fotografía de la película de una belleza indiscutible, impactante y emotiva. Pero sobretodo en el alma de la protagonista. El ser, el sentir, el pensar de un reportero empapa generosamente a Juliette Binoche quien da vida a un personaje interpretado de un modo soberbio. Tierna y dulce con los suyos, algo egoísta y obcecada pero con brío ante lo que la emociona, una madre que se debate entre sus dos amores, su familia y su trabajo. La actriz resulta ser un cúmulo de emociones difíciles de conjugar.
Mil veces buenas noches es una historia dura, no por sus imágenes sino por lo que desprenden, por lo que dan que pensar, por el hecho de que despiertan algunas conciencias dormidas. Imágenes, escenas, planos desgarradores como el último que aparece en pantalla. Tan simple y tan duro a la vez. Dos mujeres derrotadas.
Aunque la inserción de algunas escenas oníricas rompan el tacto y la complacencia visual predominantes durante toda la película, éstas no son suficiente para malbaratar el resto del trabajo, un espléndido trabajo, a decir verdad.
[…] Mil veces buenas noches: Película que comento hace poco Sukie y que podéis leer aquí: Crítica de la película “Mil veces buenas noches”. […]