Polar express
De pequeño, era de lo más ingenuo que puedas imaginarte, eso junto a mi mente pizpireta me hacían vivir experiencias asombrosas… asombrosas por aquel entonces. El problema que tuve, creo, es que crecí raro. Por las vicisitudes de la vida, mi mente fue curtiéndose y dejando a un lado toda esa ingenuidad. Y aunque a día de hoy sigo considerándome un niño, por mi actuar inmaduro y desinhibido, y por no dejar de soñar, imaginar y sonreír a cada instante, creo que se discernir perfectamente entre realidad y ficción.
¿Todo esto a que venía? Si, por algunos acontecimientos que no vienen al caso mi espíritu navideño … bueno… que no tengo mucho de eso. Por ese motivo, pelis como Polar Express no me resultan demasiado atractivas. Pero puedo imaginar que para los niños tiene que resultar muy confortable ver como un film reafirma sus convicciones navideñas de magia y regalos. Incluso a los no tan niños para reencontrarse con ese sentimiento de la infancia.
Entrando un poco en la película, ya que a eso venia, es un film de animación donde un niño emprende un viaje sorprendente en tren, dirección el polo norte, donde tendrá que vivir una serie de aventuras que le harán conocerse mejor a sí mismo y conocer gente… bla, bla, bla. Es curioso que Tom Hanks ponga la voz a casi todos los personajes importantes. Y por momentos el film se convierte en una demostración de la destreza de los animadores para crear las imágenes en movimiento, que si bien en 2004 serían geniales, hoy en día no sorprenden tanto.
Creo que el post no me ha quedado demasiado navideño, que era mi intención inicial. No sé en qué momento se torció. En fin…
Felices fiestas a todos!