Rapera a los 40
La crisis de los 40 años es uno de los temas favoritos del cine. Los meses anteriores al inicio de la base cuatro suelen ser pretexto para una crisis y evaluación personal, un punto de cambio hacía el siguiente peldaño de la adultez. Esa es la premisa sobre la que se construye Rapera a los 40 (desafortunado título hispano que ha recibido The-Forty-Year-Old Version – 2020), película que gira alrededor de Radha, personaje interpretado por Radha Blank; quien además ha escrito, dirigido y producido la cinta de Netflix.
El film tiene como epicentro a Nueva York, en específico el barrio de Harlem, conocido como cuna de la cultura afroamericana en la Gran Manzana. La identidad racial de Radha es un tema permanente en la narración. Ella, una dramaturga que alguna vez fue considerada una promesa del teatro, no consigue que su obra sea producida por ser considerada muy radical. En su intento de buscar el éxito, Radha no quiere ceder a las presiones de quienes quieren “suavizar” su trabajo y encuentra en la construcción del rap un espacio en el que su talento empieza a encontrar forma.
La estructura de Rapera a los 40 es la de cualquier otra cinta de Hollywood con un final redentor, sin embargo, esta película tiene una personalidad atractiva que no debe dejarse de lado. Radha Blank consigue una comedia con tintes negros, una gran dosis de sarcasmo y momentos donde la desgracia adquiere matices de ternura. La crítica hacía la forma en la que lo convencional trata el discurso cultural afroamericano está delineada por una sutil línea entre lo controversial y el evidente patetismo de un grupo de gente que vive encerrada en su autocomplacencia.
Rapera a los 40 está filmada en blanco y negro, con un estilo semi-documental donde la cuarta pared cae por momentos, que permite diversificar los testimonios en claro homenaje al cine de Spike Lee y que, finalmente, consigue un personaje femenino memorable. Radha es una mujer compleja, talentosa, construida por glorias y varias dosis de fracasos. El hecho que vaya a cumplir 40 es simplemente una excusa para la evolución de una artista que ha encontrado su verdadera voz.
En una época en la que el cine parece estar saturado de clichés y sagas interminables, una película como Rapera a los 40 cae como una ola de viento refrescante. Es la cinta ideal para tiempos de revaloración feminista, de construcciones culturales y de empoderamiento de identidades. Notable debut de Radha Blank (estuvo merecidamente nominada al BAFTA a Mejor Actriz Principal) que, tal cual su personaje, parece haber encontrado su lugar en la gran pantalla.