Sin malos rollos
Sin Malos Rollos es el desafortunado título español que tiene la cinta No Hard Feelings (2023), la más reciente película de Jennifer Lawrence y que además marca su retorno a la gran pantalla después de un descanso después de haberse convertido en mamá.
Jennifer Lawrence es de los pocos nombres, en años recientes, que puede entrar en el grupo de “estrellas de cine”. Su filmografía no es extensa y ha sabido combinar exitazos taquilleros como la saga de Los Juegos del Hambre (2012-2015) y películas más artísticas como Lazos de Sangre (2010) de Debra Granik o Madre! (2017) de Darren Aronofsky.
En esta comedia, Lawrence interpreta a una mujer desesperada por conseguir dinero, para salvar la casa heredada de su madre y salir de las deudas y la mala suerte que la persiguen. En esa crisis, recibe la oferta de una pareja de padres de familia que le ofrecen darle un carro (para que sea chofer de Uber) a cambio que salga con su hijo de 19 años y lo inicie en el sexo.
La cinta transcurre dentro de lo previsible del género, el “screwball comedy” cargado de situaciones impredecibles y una historia de amor que se va construyendo desde la improbabilidad. Sin Malos Rollos sigue la fórmula de las comedias sexuales de los años ochenta o noventas, tan previsibles que el espectador puede anticipar el final a mitad de la cinta. Esto podría ser superable si es que el recorrido está cargado de una narración novedosa, sin embargo, más allá de algunas risas en un par de ocasiones, en los cuales justamente la historia sale de lo predecible, estamos ante una comedia bastante regular.
Si bien es cierto, Lawrence hace su mejor esfuerzo y ciertamente muestra una vena para el género, a Sin Malos Rollos le va muy mal su elección de reparto. La actriz sería mucho mejor explotada en una comedia de otro estilo. En esta cinta es convertida en una mezcla de objeto de seducción y víctima de infortunios. El actor Andrew Barth Feldman, que interpreta al adolescente Percy, es otra elección poco inspirada. Su actuación, con fuerte tono televisivo, resulta pesada y poco convincente. Lo mejor del reparto son Matthew Broderick y Laura Benanti como los sobreprotectores padres de Percy.
Sin Malos Rollos es una comedia que cumple y que se enmarca dentro de lo convencional de las producciones mainstream de Hollywood. Es tan poco creíble como interesante. Será posible que los estudios vuelvan a producir comedias novedosas o medianamente adultas?