Blue Beetle
El director Angel Manuel Soto le generó a DC una taquilla de 120,6 millones por su película Blue Beetle.
Jaime Reyes, recién licenciado, regresa a casa lleno de aspiraciones para su futuro, pero descubre que su hogar no es exactamente como lo dejó. En su búsqueda por encontrar su propósito en el mundo, el destino interviene cuando Jaime se encuentra inesperadamente en posesión de una antigua reliquia de biotecnología alienígena: el Escarabajo. Cuando el escarabajo elige a Jaime como huésped simbiótico, éste recibe una increíble armadura con poderes extraordinarios e impredecibles que cambiarán para siempre su destino y le convertirán en el superhéroe BLUE BEETLE.
De toda la vida los personajes de DC han sido oscuros, traumatizados y con una inclinación casi villana y los de Marvel algo así como el mundo feliz de Disney, sin embargo en la pantalla se invierten los papeles. Mientras más películas estrena DC más me parece que están pensando en niños, no en adultos.
Blue Beetle es como una versión Power Ranger latina, demasiado latina diría yo. Tiene todos los clichés de guión y personajes de una telenovela. Por eso los parlamentos, la abuela viendo culebrones, la música de Selena y si la idea era que el primer superhéroe latino fuera irrisorio lo han conseguido.
Es cierto que aburre menos que Black Adam o Shazam pero eso no significa que sea mejor, simplemente que utiliza elementos manejados de otra forma.
A niveles técnicos, como ocurría en Ant Man, donde el protagonista requiere de tecnología, en este caso cuando Jaime se fusiona con el escarabajo no luce tan mal, los efectos están aceptables.
Las actuaciones del reparto están en sintonía con la propia película, Xolo Maridueña es una pésima elección de casting. No me extraña que Adriana Barraza y Damián Alcázar estén aquí, ellos son como patrimonio de ese país a nivel actoral. Susan Sarandon va a cobrar su cheque, realmente ni se molesta en parecer mejor que los demás, aunque lo sea.
Con una secuela inminente seguimos con esta historia sin fin de superhéroes ridículos.