Un don excepcional
Un don excepcional (cuyo título original es Gifted) es de esas películas que te tocan el corazón, incluso aunque llegues pensando que solo vas a ver a “Capitán América” sin su escudo. Dirigida por Marc Webb (sí, el mismo que hizo The Amazing Spider-Man, pero no te preocupes, aquí no hay lagartos gigantes), esta cinta nos presenta una historia mucho más humana y emocional, protagonizada por Chris Evans, Mckenna Grace, Lindsay Duncan y la siempre genial Octavia Spencer. El guion lo firma Tom Flynn.
Sinopsis de la película
La trama sigue a Frank Adler (Chris Evans), un tipo sencillo que vive en Florida y tiene a su cargo a su sobrina Mary (Mckenna Grace). Lo que parece una vida tranquila y normal se complica cuando se descubre que Mary es una niña genio en matemáticas, capaz de hacer cálculos que el resto de nosotros no podríamos hacer ni con calculadora. Pero claro, las cosas no pueden ser fáciles: la abuela de Mary, Evelyn (Lindsay Duncan), aparece en escena con la intención de llevar a la niña a un entorno más adecuado para “desarrollar su potencial”. Y ahí es donde empieza la batalla entre dejar que Mary viva una infancia normal o presionarla para que sea la siguiente Einstein.
A lo largo de la película, vemos la lucha interna de Frank, quien solo quiere lo mejor para su sobrina, pero tampoco quiere que pierda su niñez. Y, por supuesto, Octavia Spencer está ahí como la vecina y amiga que todos quisiéramos tener: simpática, leal y con una pizca de humor.
Reseña de Un don excepcional
Siempre que la inteligencia tiene un peso específico en la trama, estas me resultan interesantes y en este caso concreto, me parece que la película abre un debate muy interesante. La he ido disfrutando mucho conforme avanzaba. Las interpretaciones, incluida la de Chris Evans son muy convincentes, pero es que Mckenna Grace te roba el corazón.
Un don excepcional es una película conmovedora que te hará reflexionar sobre la educación, la familia y las expectativas. Además, ¿Quién iba a pensar que Chris Evans, sin salvar el mundo, podría seguir siendo encantador?