Cuerdas
Estrenar una película cuya temática es el encierro terrorífico, durante una pandemia que nos tiene a todos encerrados, es una pasada. Justo eso sucedió con Cuerdas del español José Luis Montesinos que tuvo la suerte de estrenarse en febrero del 2020, de ella les hablo en esta ocasión.
En esta película conocemos la historia de Elena (Paula del Río), una joven que quedó tetrapléjica después de un accidente automovilístico del que su hermana no sobrevivió. Su padre (Miguel Ángel Jenner) la lleva a alojarse en una casa de campo que él ha acondicionado especialmente para que ella pueda continuar con su vida, poniéndola al cuidado de Athos, un pastor belga entrenado para ello. Los problemas empiezan cuando el perro es mordido por un murciélago y se contagia de rabia.
Cuerdas, se vuelve claustrofóbica en más de un nivel, pues desde la imposibilidad de moverse de su protagonista produce una sensación de desesperación. El confinamiento al que se ve sometida ante la posibilidad de ser atacada por el perro convive de cerca con la imposibilidad de salir de su propia mente y las culpas que ahí le persiguen.
En su primer largometraje Montesinos consigue utilizar con habilidad los recursos con los que cuenta en un entorno limitado, dejando caer todo el peso de la historia sobre Paula del Río que, en su primer protagónico, hace un trabajo bastante convincente.
El desarrollo de la película sucede entre subidas y bajadas, con momentos de tensión y caídas que parecen abrir camino al fracaso de la historia, pero que se resuelven antes de convertirse en desastre, pese a eso, no se salva de volverse tediosa dada la monotonía de tener en la pantalla todo el tiempo a la misma actriz que no puede moverse.
El filme tiene un aire familiar, algo que nos conduce a una casi inevitable comparación con grandes producciones con temáticas similares, mismas que ya se ha encargado de hacer la crítica especializada; pero también es cierto que Cuerdas se da la libertad de tener su propio mundo, de construirse y destruirse por méritos propios, sin caer en la copia fiel ni en el versionado simple. Aunque resulta difícil quitarle el sabor a viejo y la sensación de “esto ya lo había visto”.
Tengo que aclarar que, aunque entre el encierro y el murciélago, la película parece haber sido forzada a coincidir con las jugadas que el 2020 le ha hecho a la humanidad, la realidad es que fue filmada antes de que el mundo recordara el significado de la palabra “pandemia” y de hecho ya se había presentado en el Festival de Cine Fantástico de Sitges en 2019.
Por cierto, me parece que el nombre de la película es porque la protagonista usa unas cuerdas para poder abrir y cerrar las puertas, pero ¿quién soy yo para sugerir un montón de nombres más adecuados que ese?