Dexter: Pecado Original es la precuela oficial de la serie original Dexter, creada por Clyde Phillips junto a otros productores. En esta versión vemos a un joven Dexter Morgan interpretado por Patrick Gibson, antes de convertirse en el icónico forense que conocemos, y a Christian Slater como el padre adoptivo, Harry Morgan, que le inculcará su famoso “código”. La serie se estrenó en España a través de Sky Showtime.
Desde luego, el interés principal de esta precuela radica en esas conexiones con la serie original: personajes conocidos, eventos explicados, conflictos ya en germen… lo que hace que, aunque no esté al nivel de la intensidad de Dexter, tenga un aliciente irresistible para cualquier fan.
Sinopsis de la serie
La serie se sitúa en Miami, en 1991, cuando Dexter Morgan está recién graduado, empieza a trabajar en el Departamento de Policía de Miami-Metro y conoce a su padre adoptivo Harry Morgan. Harry tardará poco en descubrir que el muchacho no es exactamente un ciudadano cualquiera: tiene tendencias oscuras. De la mano de Harry, Dexter aprenderá el “código”: matar solo a asesinos, mantener apariencia civilizada, no dejar huella.
En esta versión joven también aparecen otros personajes que luego serán esenciales: una Debra Morgan adolescente, futuros colegas de la misma comisaria de la original, y elementos que rellenan huecos narrativos del universo Dexter. Por ejemplo, se explicita cómo Dexter se introduce en la policía antes de las temporadas que vivimos, y cómo Harry asume que tiene que moldearlo antes de que el mundo lo convierta en monstruo.
Reseña de Dexter: Pecado original
Como pieza independiente, Pecado Original tiene varios aciertos: el contexto noventero de Miami está bien retratado, los guiños a la serie original funcionan (ese puente de nostalgia que tanto buscamos), y el casting de jóvenes cumple. Pero claro: al medirse con su predecesora, que generaba tensión, sorpresa y un retrato inquietante del monstruo que creemos conocer, la precuela se queda algo tibia.
Esa tensión que arrancaba en Dexter, sobre los límites del bien y del mal, el monstruo oculto tras la fachada (el pasajero oscuro), el asesinato pulcro como ritual… aquí está, pero en modo “introducción académica”. Llega el momento clave, pero se esquiva la tensión máxima o la ansiada profundidad.
Aquí tenemos la versión joven de Dexter aprendiendo, fallando, observando. Pero la sensación es que vemos un ensayo más que un detonador. Por ejemplo, cuando Harry le da a Dexter la primera lección real de asesinato, se siente la gravedad… pero el ritmo enseguida suaviza. En comparación con la serie original, falta el pulso claustrofóbico, esa angustia personal que dejaba sin aliento.
La relación con la serie original es lo mejor: ver cómo ciertas decisiones, frases o heridas que vemos en Dexter tienen su germen aquí, cómo se “justifica” la máscara que Dexter usó (literal y figuradamente). Si te gusta el universo Dexter, esto es como encontrar piezas de un puzzle que no sabías que faltaban. Pero si lo ves con deseo de emoción pura, lo notarás algo plano.
Dexter: Pecado Original es una precuela decente, un buen compañero de viaje para la serie original que apoya el universo y rellena huecos. Como obra independiente, cumple… pero le falta ese impacto emocional que nos hizo amar a Dexter Morgan. Recomendable para fans, aceptable para curiosos.
