Es de conocimiento popular para los fans más acérrimos del terror, la gran cantidad de subgéneros que posee este tipo de filmes. Uno de los más interesantes, y que suele gustar a aquellos espectadores que prefieren un tipo de historia más cercana lo «cotidiano», es el subgénero conocido como «Home Invasion«. La premisa no tiene mucho misterio: unos intrusos invaden la casa de una familia/pareja durante la noche o en algún momento concreto del día. Las motivaciones de los asaltantes suelen ser diversas: algunos buscan fines monetarios, otros venganza, e incluso hay quienes solo buscan un poco de diversión, tal y como pasa con los psicópatas de la obra maestra Funny Games, dirigida por el director austriaco Michael Haneke. Vigilados (2020), cumple las reglas exactas de lo que tendría que ser un filme de Home Invasion al uso. Sin embargo, el guion escrito por el mismo director Dave Franco, junto con Joe Swanberg y Mike Demski, ofrece al espectador una propuesta singular, que parece exponer sus puntos más álgidos y convincentes, mucho antes en la trama de lo que cabría esperarse en un filme que navega en este tipo de subgéneros.
Vigilados, cuenta la historia de dos parejas que deciden alquilar una casa en las afueras de la ciudad, para pasar un fin de semana desconectados del trabajo y sus rutinas habituales. Sin embargo, lo que podría haberse convertido en una estancia agradable y liberadora, da un giro de 180 grados cuando los inquilinos comienzan a sospechar de que alguien les lleva vigilando desde que entraron en la casa.

Como se puede apreciar a simple vista, Vigilados no parece contar un tipo de historia que no hayamos visto antes en infinidad de ocasiones. A decir verdad, la «gracia» de la película, es que realmente nos encontramos ante un drama de parejas bastante potente, apoyado en unas interpretaciones de carácter sobresaliente. El elenco principal, el cual cuenta con Jeremy Allen White, Sheila Vand Alison Brie,y Dan Stevens interpretan, respectivamente, a dos idílicas parejas que se aman incondicionalmente, pero que esconden un deseo interior, que más pronto que tarde, saldrá a la luz de alguna forma que no podrán controlar. Normalmente, las acciones de los personajes en este tipo de relatos, suelen estar determinadas por las decisiones perversas del invasor, pero en este caso, las conductas delictivas de los intrusos, poco que tienen que ver con el conflicto principal de los personajes, salvo (obviamente) su propia supervivencia.
Es esta decisión de guion, ayuda a que Vigilados consiga engancharte fielmente en la butaca durante la primera hora del metraje. A todos nos encanta un buen culebrón entre parejas que se echan miraditas cuando su pretendiente no está cerca de ellos. A medida que la película comienza a exponer su verdadero conflicto externo con el invasor, el filme no pierde del todo la gracia, pero no consigue satisfacer al espectador que buscase un giro de guion sorprendente, o una razón convincente para intentar comprender porqué e intruso busca atormentar a los inquilinos.

A pesar de ello, se entiende que Dave Franco haya tomado esta decisión para realizar una declaración de intenciones no resolviendo las dudas del espectador, lo cual ya de por sí, puede ser una declaración de intenciones. Sin embargo, esta decisión no logra ser del todo solida en su ejecución, provocando que el clímax del filme se ahogue en su propio subgénero, delimitado por dar una respuesta válida que argumente porqué están sucediendo dichas horribles acciones.
En conclusión, Vigilados brilla en sus momentos menos aterradores, aquellos que buscan complementar la historia pero sin tratarlos de desde una perspectiva de horror, lo cual es, en cierta medida, un triunfo del que Dave Franco podría aprovecharse para realizar en un próximo filme con un enfoque similar. Aunque realmente, no sabemos si el mismo Franco, quiso que su ópera prima dejase al espectador con este mismo pensamiento. De igual manera, estamos ante una película entretenida y que sirve de postre tardío para la resaca de los días posteriores de Halloween.











